México.- El 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, día en que se fomentan en todo el mundo compromisos y medidas prácticas para prevenir estos actos contra la vida.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada día hay en promedio casi 3 mil personas que ponen fin a su existencia, y al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue; en México, la Secretaría de Salud estima que cada año hay hasta 14 mil intentos, sin considerar los consumados.
La depresión es un trastorno emocional que constituye un problema de salud pública que afecta entre el 12 y 20 por ciento a personas adultas, es decir, entre 18 y 65 años y es una de las causas más frecuentes de suicidio.
Autoestima baja, estrés crónico, problemas económicos, salario menor, falta de una pareja o un trabajo insatisfactorio son algunas de las razones de la larga lista en la que impera la ansiedad y tristeza extrema.
Las personas que han sufrido depresión alguna vez en su vida pueden haber presentado algunos de los siguientes síntomas: estado de ánimo triste o irritable, sin interés alguno, aumento o disminución de apetito, insomnio o hipersomnio (cuando se duerme de más), sensación de debilidad física, sentirse inútil o culpable, pensamientos de suicidio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) propone tomar varias medidas para reducir el riesgo de suicidio:
-Reducir el acceso a los medios para suicidarse (pesticidas, medicamentos, armas de fuego, etc.).
-Tratar a las personas con trastornos mentales, y en particular a quienes padecen depresión, alcoholismo o esquizofrenia.
-Seguimiento de los pacientes que han cometido intentos de suicidio.
Según la OMS, sólo un escaso número de suicidios se producen sin aviso. La mayoría de los suicidas dan avisos evidentes de sus intenciones. Por consiguiente, deben tomarse en serio todas las amenazas de autolesión.
Adolescentes y jóvenes entre 15 y 24 años ocupan el primer lugar en sectores vulnerables, en segundo lugar se ubican personas adultas y en tercero las personas adultas mayores, sin embargo se ha detectado un incremento en niños menores de 10 años. BP