Colima.- La portada del disco Abbey Road de Los Beatles (1969) habría sido imposible en la ciudad de Colima no solo por la dificultad de reunir a los cuatro músicos , sino porque a los cruces de algunas de las avenidas más importantes de la ciudad les faltan las marcas en el pavimento que señalan el cruce ordenado de peatones, justo la escena que recrea la icónica fotografía del cuarteto de Liverpool.
Si cotidianamente los peatones colimenses tienen que enfrentarse a la falta de deferencia de algunos automovilistas que no respetan los escasos cruces de peatones debidamente señalizados, el problema se agrava en los cruces en los que el tiempo se ha llevado las líneas pintadas sobre el pavimento.
Alicia Méndez, peatona de 31 años que todos los días recorre el cruce de Sevilla del Río con Camino Real, se queja de que el paso confortable depende de la buena voluntad de los automovilistas, la cual no siempre se hace presente.
Y asegura que cuando las líneas no se habían borrado, era raro que un automovilista las bloqueara cuando el semáforo se pone en rojo y le corresponde al peatón atravesar la calle.
«Pero ahora, si les reclamas cuando se paran sobre lo que queda de las rayas, hasta te mientan la madre y te dicen que no están pintadas las rayas. Y una se tiene que fregar».
AFmedios constató que en ninguno de los cuatro cruces hay señalamientos debidamente pintados, pese a que por este cruce transitan diariamente miles de automovilistas y cientos de peatones.
La misma situación prevalece en el cruce de Gonzalo Sandoval con el Libramiento, hacia el oriente de la ciudad, o en el cruce de Sevilla del Río con José G. Alcaraz.
Los “pasos cebra”, como los llaman en muchos países, están compuestos por rayas paralelas al flujo del tráfico. Para construirlos se alterna un color claro (blanco o amarillo) con uno oscuro (si la superficie de la vía es de color oscuro, se deja sin pintar), imitando la pigmentación de las cebras.
En su artículo tres, el Reglamento de Tránsito del municipio de Colima define los cruces de peatones.
«Área de la superficie de rodamiento marcada o no marcada, destinada al paso de peatones. Cuando no está marcada, se considerará como tal la prolongación de la acera o del acotamiento».
Además, el mismo reglamento, señala que los peatones tienen derecho al «paso en todas las intersecciones, en las zonas con señalamiento para tal efecto, y en aquellas en que el tránsito vehicular esté controlado por dispositivos electrónicos o por agentes».
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