Ginebra.- Una vez más, el mundo sumó un millón de casos de COVID-19 en apenas cuatro días. Y es que el lunes 31 de agosto alcanzó los 25 millones de contagios, pero este viernes 4 de septiembre ya suman 26 millones 171 mil 112 casos y 865 mil 154 muertes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que en la última jornada se sumaron 285 mil 387 casos, los cuales se acercan a las cifras récord de 287 mil 100 del 29 de agosto, 293 mil 232 del 31 de julio, 297 mil 132 del 1 de agosto y 297 mil 794 del 15 de agosto, la más alta hasta el momento.
También destaca que Estados Unidos llegó a los 6 millones 50 mil 440 casos, seguido de Brasil e India que pronto alcanzarán los 4 millones, con 3 millones 997 mil 865 y 3 millones 936 mil 747, respectivamente.
Rusia en cuarto lugar suma un millón 15 mil 105 casos, Perú 663 mil 437, Colombia 633 mil 339, Sudáfrica 633 mil 15, México 610 mil 957, España 488 mil 513 y Argentina 439 mil 172.
El número de fallecidos en Estados Unidos llegó a 184 mil 614, Brasil 123 mil 780, India 68 mil 472, México 65 mil 816, Reino Unido 41 mil 527, Italia 35 mil 507, Francia 30 mil 556, Perú 29 mil 259, España 29 mil 235 e Irán 21 mil 926.
OMS advierte riesgo de ENT
Tedros Adhanom Ghebreyesus, titular de la OMS, advirtió sobre el riesgo que suponen las Enfermedades No Transmisibles (ENT), como cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes y enfermedades respiratorias, ante una infección de COVID-19.
“Las Enfermedades No Transmisibles y sus factores de riesgo están aumentando la vulnerabilidad a la infección por COVID-19 y la probabilidad de peores resultados, incluso en personas más jóvenes.”
Apuntó los descubrimientos respecto a un incremento, de hasta siete veces más, de desarrollar COVID-19 grave en pacientes con obesidad, así como una y media más de desarrollar complicaciones en pacientes fumadores, y entre dos y cuatro veces más probabilidades de contagio grabe o muertes en personas con diabetes.
En este sentido, presentó un conjunto de publicaciones sobre acciones urgentes para combatir las ENT durante y después de la pandemia.
En ellas pide que se escuche la voz de las personas que viven con ENT, sobre todo en las discusiones sobre políticas públicas que les afecten; que los instrumentos financieros globales se extiendan a los países de bajos ingresos que soliciten apoyo para las ENT y una asociación de diálogo constructivo con el sector privado.
“Debido a que las personas con ENT tienen un alto riesgo de sufrir COVID-19 grave, es de alta prioridad encontrar tratamientos eficaces para estos pacientes.”
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