Como dijo la gran Nina Simone, “el jazz no es solo música; es una forma de vida, una forma de ser, una forma de pensar”.

La historia del jazz se enmarca en los esfuerzos en pos de la dignidad humana, la democracia y los derechos civiles. Sus ritmos y su diversidad han reforzado la lucha contra todas las formas de discriminación y de racismo.

La UNESCO cree en el poder del jazz como motor para la paz, el diálogo y la comprensión mutua, y es por este motivo que en noviembre de 2011, durante la Conferencia General de la UNESCO, la comunidad internacional proclamó el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz.

Esta jornada tiene como objetivo sensibilizar al público general sobre las virtudes de la música jazz como herramienta educativa y como motor para la paz, la unidad, el diálogo y el refuerzo de la cooperación entre pueblos.

Gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, instituciones educativas y ciudadanos particulares ya implicados en la promoción de la música jazz aprovecharán esta oportunidad para fomentar la idea de que no se trata tan sólo de un estilo de música, sino de que el jazz contribuye también a la construcción de sociedades más inclusivas.

  • El jazz rompe barreras y crea oportunidades para la comprensión mutua y la tolerancia;
  • El jazz es una forma de libertad de expresión, y simboliza la unidad y la paz;
  • El jazz reduce las tensiones entre los individuos, los grupos y las comunidades;
  • El jazz promueve la innovación artística, la improvisación y la integración de músicas tradicionales en las formas musicales modernas;
  • El jazz estimula el diálogo intercultural y facilita la integración de jóvenes marginados.