Manzanillo.- Para Dolores Montserrat Campuzano este lunes no es una jornada normal, es el día en que todos sus esfuerzos escolares se ven recompensados, especialmente su brillantez en matemáticas, su promedio académico de excelencia, su denuedo en el voleibol, así como su comportamiento ejemplar en casa y el colegio.
Fue parte de las 4 mil 31 estudiantes del puerto de Manzanillo que reciben una beca que ronda entre los mil 300 y 2 mil pesos; en su caso sostuvo que una parte lo utilizaría para gastos personales y el resto para apoyar en su hogar, integrado por cinco personas en las que se incluyen sus padres.
La mañana de este lunes 24 de octubre inició la entrega de becas municipales para estudiantes manzanillenses al que la administración local destinó 6.1 millones de pesos correspondiente al segundo semestre del año. En este marco la alcaldesa Gabriela Benavides Cobos recordó que la única exigencia que se plantea para acceder a este programa son calificaciones mínimas de 9.5.
En el casino de la feria que lució lleno, la mandataria porteña precisó que hoy y mañana se hará la entrega correspondiente a alumnos de primaria cuyo número total es de mil 895, quienes reciben mil 300 pesos cada uno; el miércoles, jueves y viernes corresponderá a los jóvenes de secundaria, bachillerato y universidad respectivamente, recibir esta aportación en el mismo lugar y a la misma hora.
Los estudiantes de secundaria y bachillerato -mil 300 jóvenes entre ambos niveles- reciben un apoyo de mil 500 pesos mientras que los universitarios -823 beneficiarios- alcanzan 2 mil pesos.
La presidenta se comprometió -a pesar de que se intensificará la austeridad- a no reducir los recursos de este rubro y por el contrario con el apoyo del cabildo buscar aumentar el número de beneficiarios.
En su oportunidad Idalia Campuzano, madre de familia, manifestó su beneplácito no solo por la voluntad de las autoridades de respaldar a los alumnos con buen rendimiento estudiantil, sino motivar a las nuevas generaciones a ver en la educación una buena manera de acceder a un mejor futuro.
Sostuvo que su hija Dolores Montserrat, de 11 años y parte del sexto año en la primaria Basilio Vadillo, ha sido un ejemplo a seguir para sus tres hermanos y vecinos.
«Hasta la motiva a continuar con empeño en su equipo de voleibol».
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