7 claves para seducir a un hombre post sexo

Después de un apasionado revolcón ¿Qué haces? Descubre la manera de seguir siendo irresistible para él.

Has conocido a un chico encantador. Después de una agradable velada, unas copas, unas largas horas de conversación y un revolcón de película ¿Qué haces? Mucho has leído sobre cómo dar placer a un hombre, sobre cuáles son sus posturas sexuales preferidas o las técnicas más infalibles para ligar. Pero ¿Qué hay sobre el post sexo? Tras la atracción sexual del primer encuentro, la llama no tiene porque apagarse si sabes cómo mantenerla avivada.

Así que no te preocupes por si le habrá gustado o no, por si debes irte o mejor quedarte hasta la mañana siguiente, por si puedes levantarte al baño o mejor no moverte y actúa con total normalidad. Porque Nosotras sabemos que el post sexo puede ser un tanto embarazoso, te facilitamos unos consejos infalibles para seguir seduciendo post orgasmo. Presta mucha atención, y ¡Sigue desplegando tus encantos!

Suele pasar que después del sexo, te apetece ir al baño. Sin embargo, te corta el tener que levantarte desnuda, pues a ver quien es la guapa que encuentra su ropa entre tanto desorden ¿Quieres saber cómo ponerlo a 100 otra vez? Tal como recoge Cosmopolitan, a ellos les excita mucho ver como su chica se pone su camiseta. Al más puro estilo de Hollywood, no te cortes y tápate con su ropa. Verás que a tu vuelta ¡Estará con las pilas cargadas para un segundo asalto!

Después de una relación sexual ¿No estás sedienta? Tal como recoge 20minutos, con el sexo se pierde mucho líquido, y reponerlo se convierte en una necesidad. Así que no esperes a que sea él quien se levante a por dos vasos de agua. Adelántate tú y sorpréndelo gratamente. Con este gesto le estarás demostrando que te preocupas por él.

Ahora bien ¿Qué es lo más recomendado beber? Olvídate del alcohol. Apuesta por tragos free. En función de la hora y sobre todo de las ganas, sorpréndelo con un vaso de agua si es de madrugada, un zumo natural o un batido de frutas si es por la mañana, o una cerveza mezclada con gaseosa si es al mediodía.

El revolcón de una noche puede llevarte a la confusión. Después del sexo ¿Debo irme? O ¿Querrá que me quede? Si ves que él no muestra interés alguno, tranquila, pónselo fácil y déjalo boquiabierto. Hay muchos hombres que se agobian al pensar que su chica espera que se comporte como un novio formal.

El secreto del éxito es el menos es más. Por muchas ganas que tengas de pasar la noche entre sus brazo, vístete, recoge tus cosas y despídete como te apetezca. Si él desea estar contigo te lo hará saber y si no… ¡Él se lo pierde!

Si tu encuentro sexual empieza despertándoos juntos, es normal que te sientas un tanto incómoda. Con lo fogosa que fuiste anoche, y ahora ¡Desearías desaparecer! Es fundamental que controles tus emociones. Por muchas ganas que te entren de abrazarlo y besuquearlo ¡Autocontrol! Ahora bien, tampoco te pases de distante y ni si quiera lo mires a los ojos. Es muy importante que te comportes con total naturalidad y no mal interpretes sus actos.

Tal como recoge Terra, el desayuno es fundamental y el comportamiento de ambos desvela muchas cosas a cerca del futuro de esta ‘relación’. Lo mejor es que te muestres tal como eres. No te apartes de él porque tus pelos den miedo y necesites con urgencia tu kit de supervivencia, muéstrate simpática, agradable y divertida como lo fuiste anoche. Vive el encuentro como una aventura y no empieces a plantearte nada desde el principio. Deja que las cosas fluyan a su ritmo natural.

La noche confunde, y puede que te hayas despertado con un hombre muy distinto al que pensabas ayer. Sí él no te ha encandilado pero tu sí le has seducido, no te vayas sin dar explicaciones. Despídete con una sonrisa y con este fantástico ‘Ya nos veremos’.

Ahora bien, si de lo contrario, te ha enamorado, cuidado, evita que se te note que estás coladita por sus huesos. Después de intercambiaros los teléfonos, despídete con un beso. Y sobre todo, los días posteriores no te muestres disponible a todas horas, hazte derogar. El menos es más funciona, ¡Aunque en su justa medida!

 

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