El próximo lunes 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas, donde se reconoce el trabajo de transportar el polen de una flor a otra y mejoran la producción de alimentos, contribuyendo así a la seguridad alimentaria y la nutrición.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indicó que más del 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización, la cual ayuda a mantener la biodiversidad y los dinámicos ecosistemas de los que depende la agricultura.

Celebrar el Día Mundial de las Abejas

Esta celebración es una oportunidad para que gobiernos, organizaciones, sociedad civil y ciudadanos de promover acciones que protejan y ayuden a los polinizadores y sus hábitats, incrementen su abundancia y diversidad, y apoyen el desarrollo sostenible de la apicultura.

La fecha se eligió porque en ese día nació Anton Janša, un pionero de la apicultura moderna. Pertenecía a una familia de apicultores en Eslovenia, donde la apicultura es una importante actividad agrícola con una larga tradición.

El Día Mundial de las Abejas pretende dar a conocer el hábitat de los polinizadores y mejorar las condiciones para su supervivencia, de modo que las abejas y otros polinizadores puedan desarrollarse.

En ocasión del Día Mundial de las Abejas, la FAO da a conocer seis razones para estar agradecidos con las abejas y seis consejos para mostrar esta gratitud:
  1. Mejoran nuestras dietas al proporcionar alimentos ricos en micronutrientes. No todos nuestros cultivos alimentarios necesitan ser polinizados. Sin embargo, muchos de los alimentos muy nutritivos y ricos en micronutrientes -como las frutas, algunas hortalizas, semillas, frutos secos y aceites-, desaparecerían si no hubiera polinizadores.

Consejo: ¡Devuelve el favor! Da a las abejas alimentos que les gusten cultivando plantas autóctonas en tu jardín. Las plantas y los polinizadores tienen una relación mutuamente beneficiosa y simbiótica. Las plantas autóctonas son las que mejor se adaptarán a las abejas autóctonas. Cultivar una amplia variedad de plantas autóctonas que florezcan en diferentes épocas del año puede resultar muy beneficioso para los polinizadores.

  1. ¡Nos dan miel! ¿Sabías que de las más de 20 mil especies de abejas solamente 7 producen miel? ¡Las abejas melíferas occidentales producen 1.6 millones de toneladas de miel cada año! Este producto es un edulcorante natural que tiene también propiedades antibacterianas y antisépticas.

Consejo: Compra miel pura a los agricultores locales. Muchos pequeños agricultores locales y comunidades forestales continúan empleando prácticas apícolas sostenibles.

  1. Destacan por su ética profesional. Una sola abeja melífera suele visitar unas 7mil flores al día, y se necesitan cuatro millones de visitas para producir un kilo de miel. Cada abeja forma parte de un equipo que trabaja incansablemente para contribuir al crecimiento y productividad de su colmena recolectando la máxima cantidad posible de polen, polinizando al mismo tiempo numerosas especies de plantas.

Consejo: Recompensa a estas atareadas criaturas proporcionándoles agua. Estos pequeños insectos necesitan agua después de estar revoloteando todo el día. Dejar un cuenco poco profundo con agua limpia y piedras o palos para que las abejas no se ahoguen es una buena manera de facilitarles un lugar de descanso y refrigerio.

  1. Mejoran el sabor de nuestros alimentos. Las plantas polinizadas adecuadamente producen frutas y hortalizas más grandes, uniformes y sabrosas. Las plantas evalúan cuánto esfuerzo necesitan para producir una fruta o una hortaliza. Si una planta no se ha polinizado adecuadamente, no invertirá necesariamente sus recursos de manera uniforme, produciendo en consecuencia frutas y hortalizas deformes o blandas.

Consejo: Evita los plaguicidas, fungicidas o herbicidas en tu huerto. Pueden acabar con los polinizadores y envenenar las colmenas con néctar contaminado o polen traído por las abejas de plantas contaminadas.

  1. Aumentan la producción de alimentos y la seguridad alimentaria. Un estudio realizado en varias explotaciones agrícolas pequeñas encontró que cuando la polinización se gestionó adecuadamente, el rendimiento agrícola aumentó de media un 24 por ciento. Las abejas y otros insectos polinizadores están mejorando la producción de alimentos de 2 mil millones de pequeños agricultores en todo el mundo, ayudando a garantizar la seguridad alimentaria de la población mundial.

Consejo para los agricultores: Creen un hábitat adecuado para las abejas para garantizar la polinización. Deje algunas zonas de la explotación agrícola como un hábitat natural. Levanta setos con plantas autóctonas que florezcan en diferentes momentos del año y planta cultivos atractivos como el girasol y el café, y árboles frutales como el aguacate y el mango. Reduce el empleo de plaguicidas y mantén intactos los lugares donde anidan las abejas.

  1. Mantienen la biodiversidad. Se estima que el 90 por ciento de las plantas con flores dependen de la polinización para reproducirse. Y las abejas y la apicultura forestal contribuyen igualmente a mantener los ecosistemas forestales, ya que la polinización ayuda a regenerar los árboles, lo que a su vez contribuye a conservar la biodiversidad forestal.

Consejo: Amplía tus conocimientos sobre las abejas y supera tu miedo. Si estudias a estas criaturas, comprobarás que no suelen ser peligrosas. No todas las abejas pican y las que sí lo hacen, tienen una razón para hacerlo. La picadura y la enjambrazón son mecanismos de autodefensa. Las abejas no atacan a los humanos intencionadamente. BP