Ofrecer atención eficiente a la población en casos de emergencia y en situaciones de desastre, e impulsar acciones tendientes a incrementar la capacidad de las personas y las comunidades a través de la acción voluntaria, son algunas de las actividades de la Cruz Roja, que este miércoles celebra su día mundial.
La fecha fue elegida al corresponder con el natalicio de su fundador, Henri Dunant.
Dunant vivió acontecimientos bélicos en Solferino, Italia, donde se enfrentaban los ejércitos austriaco, francés y piamontés. Ayudado por gente de los pueblos cercanos, se dedicó a prestarles auxilio sin fijarse en qué bando del conflicto estaban.
En el libro “Recuerdo de Solferino”, publicado por Dunant años después, deja asentadas las bases de las sociedades de la Cruz Roja “cuya finalidad será cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente calificados para su trabajo”.
Dunant concibió las sociedades como entes neutrales, dispuestos a prestar ayuda humanitaria a quien la necesitara, independientemente de su raza, nacionalidad o creencias. Su idea la recogieron cuatro miembros de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública que, junto con él, impulsaron el proyecto hasta la constitución formal en 1863 del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Dicho Comité se rige por los principios de: proteger a los militares heridos en campaña, el carácter neutral y protección del personal sanitario y de los hospitales militares; la adopción del emblema de la Cruz Roja sobre fondo blanco como símbolo protector y la promoción internacional de sociedades de socorro.
Con información de Cruz Roja Mexicana