En 1967, la ONU y la UNESCO decidieron que el 8 de septiembre se celebraría el Día Internacional de la Alfabetización.
Así, desde hace más de 40 años, la UNESCO recuerda a la comunidad mundial que la alfabetización es un derecho humano y constituye la base de todo aprendizaje, un instrumento de autonomía personal y un medio de alcanzar el desarrollo individual y social.
Las oportunidades educativas dependen de la alfabetización.
Además, la alfabetización es el eje mismo de la educación para todos y resulta esencial para erradicar la pobreza, reducir la mortalidad infantil, frenar el crecimiento demográfico, lograr la igualdad de género y garantizar el desarrollo sostenible, la paz y la democracia.
Existen buenos motivos para que la alfabetización desempeñe una función medular.
Una educación básica de calidad dota a los alumnos de competencias en lectura, escritura y cálculo que les acompañan durante toda la vida y propician el aprendizaje posterior; es más probable que los padres alfabetizados escolaricen a sus hijos; las personas alfabetizadas tienen más capacidad para acceder a las oportunidades de la educación permanente y las sociedades alfabetizadas están mejor equipadas para afrontar las urgencias del desarrollo.
Con información de agencias