Colima.- La revista mensual ReporteAF se ha caracterizado por realizar investigaciones periodísticas que tienen impacto en la vida económica, social, política y cultural del estado de Colima, y este año no fue la excepción.
Freno a las cirugías ‘patito’
El jueves 20 de noviembre, la diputada priista Ignacia Molina Villarreal propuso reformar la Ley de Salud del Estado de Colima para combatir la práctica de cirugías plásticas, estéticas y reconstructivas en clínicas clandestinas.
La legisladora propone que las cirugías relacionadas con cambiar la forma de diferentes zonas o regiones de la cara y del cuerpo se realicen sólo en establecimientos o unidades médicas con licencia sanitaria vigente.
De la misma manera, que sean realizadas únicamente por especialistas en cirugía plástica, estética y reconstructiva certificados de conformidad a la Ley General de Salud.
En el número 24 de la revista ReporteAF se evidenció que en Colima se han identificado casos de charlatanería en cirugías plásticas y se emitieron recomendaciones para evitar estafas.
Prevenir y sancionar tortura
El diputado Noé Pinto de los Santos explicó en entrevista con AFmedios que ningún estado del país está exento de la tortura.
Por eso, los diputados aprobaron el 20 de octubre pasado la Ley para Prevenir y Sancionar la Tortura, como parte del marco legal para el Nuevo Sistema de Justicia Penal.
«Lo que tratamos de implementar es que no se atente contra la dignidad y que se anule la personalidad o capacidad física de los acusados para obtener declaraciones».
En su edición número 27, la revista ReporteAF informa que la tortura persiste en México como método de obtención de ‘confesiones’ y testimonios que sirven de prueba para enjuiciar a personas que podrían o no estar implicadas en un delito.
Voz a las madres
El 9 noviembre, la diputada panista Gina Araceli Rocha Ramírez presentó una iniciativa de reforma a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para el Estado de Colima, por la que se le añade la modalidad de violencia obstétrica.
En su edición número 26, la revista ReporteAF denunció este tipo de agresión física y psicológica que sufren cotidianamente las colimenses. El reportaje daba cuenta, entre otros actos de violencia, de la realización de cesáreas innecesarias, puesto que en 47 de cada 100 partos atendidos en Colima se ejecuta esta cirugía, mientras que la Organización Mundial de la Salud estipula que sólo 15 de cada 100 partos la requieren.
Al respecto, la legisladora del PAN aseveró que la violencia obstétrica nace en circunstancias propicias para ser invisibilizada, ya que surge en una situación donde la mujer se encuentra en especial estado de vulnerabilidad y, además, confiada en que el profesional de la salud desempeñará sus funciones en apego a sus derechos humanos y reproductivos.
Gina Rocha señaló que las prácticas de violencia obstétrica más frecuentes son:
-Maltrato físico y profunda humillación por profesionales de la salud cuando la mujer va a pedir asesoramiento o requiere de atención obstétrica.
-Procedimientos médicos sin consentimiento o coercitivos, tales como cesárea y esterilización forzada.
-Prácticas invasivas y suministro de medicación que no están justificados por su estado de salud.
-Ausencia de respeto de los tiempos y las posibilidades del parto biológico.
-Incumplimiento de informar o manipulación de la información para obtener su consentimiento.
-Negativa a administrar analgésicos, y uso del dolor de parto como un método de coacción para lograr su consentimiento.
-Violaciones flagrantes a la privacidad, al ser utilizadas como recurso didáctico y sin ningún respeto a su dignidad humana.
-Rechazo de la admisión en centros de salud o tardía atención médica.
-Retención de las mujeres y los recién nacidos debido a su incapacidad de pago.
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