Insurgentes del Estado Islámico capturaron el sábado una pequeña instalación petrolera de crudo cerca de la ciudad de Kirkuk, en el norte de Irak, donde trabajaban 15 empleados, mientras que explosiones en y alrededor de la capital, Bagdad, causaron la muerte de al menos nueve personas.
Dos funcionarios de la estatal North Oil Co confirmaron que los militantes capturaron una unidad de separación de crudo en Khabbaz y que 15 empleados petroleros habían desaparecido luego de que la compañía perdiera contacto con ellos.
«Recibimos el llamado de uno de los trabajadores diciendo que decenas de combatientes de Daesh estaban rodeando la instalación y pidieron a los trabajadores que dejasen el lugar. Perdimos el contacto y ahora los trabajadores podrían haber sido tomados como rehenes», dijo un ingeniero de North Oil Co a Reuters, usando un acrónimo peyorativo para el Estado Islámico.
El movimiento radical yihadista capturó al menos cuatro pequeños yacimientos petroleros cuando invadieron grandes áreas del norte de Irak el verano pasado, y comenzaron a vender y crudo y gasolina para financiar sus operaciones.
Insurgentes del Estado Islámico atacaron a fuerzas regionales kurdas en el sudoeste de Kirkuk el viernes, capturando algunas áreas, incluyendo partes de los yacimientos Khabbaz.
Fuerzas peshmerga kurdas buscaron hacer retroceder al Estado Islámico en nuevos enfrentamientos cerca de Khabbaz el sábado, dijeron fuentes militares kurdas.
Khabbaz es un pequeño yacimiento petrolero a 20 kilómetros de Kirkuk, con una capacidad máxima de producción de 15.000 barriles por día. La instalación producía cerca de 10.000 bpd antes del ataque.
Más al sur en Bagdad, dos bombas en un vecindario céntrico y un distrito agrícola en el sur de la capital causaron la muerte de al menos siete civiles el sábado, dijeron médicos y la policía.
Dos soldados murieron cuando una bomba estalló cerca de una patrulla del ejército en las cercanías de Taji, un distrito rural predominantemente musulmán sunita en el norte de Bagdad.
Al menos otras 24 personas resultaron heridas en las explosiones.
En Faluya, en la provincia occidental de Anbar, fuentes hospitalarias dijeron que cinco personas, incluidos dos niños, murieron durante bombardeos del ejército iraquí a posiciones del Estado Islámico. Dijeron además que al menos otras 44 personas resultaron heridas, incluidos 19 civiles.
Es difícil confirmar los informes de los hospitales en el área, controlada principalmente por militantes del Estado Islámico.
El Estado Islámico declaró un califato en partes de Irak y Siria para gobernar a todos los musulmanes, y plantea el mayor desafío a la estabilidad del miembro de la OPEP, Irak, desde la caída de Saddam Hussein en el 2003.