Este fin de semana, la Sociedad Colimense de Estudios Históricos impartió, en el Archivo Histórico de la Universidad de Colima, la conferencia titulada “Mito e historia en el arte cinomorfo de Colima prehispánico”, a cargo del profesor investigador universitario Jorge Zurroza Barreda. Según la Enciclopedia Universal, la palabra cinomorfo “se aplica a monos de cierto grupo de catirrinos, de aspecto de perro, con la caja torácica deprimida, con abazones y con callosidades en las nalgas”.
En su discurso, el historiador dijo que los datos basados en estudios arqueológicos cinológicos [término que se utiliza en ocasiones para referirse al estudio de los cánidos y perros domésticos] y de tradición mesoamericana, revelaron que las representaciones caninas en cerámica encontradas en Colima son el símbolo cultural más sobresaliente de nuestra región y pertenecen al periodo que va de los años 100-200 al 400-500 d.C.
Destacó que el mito es, por naturaliza, parte del pensamiento mágico para explicar la propia existencia humana y los fenómenos del medio ambiente; por esta razón, los perritos colimotes son un fenómeno propiamente de este territorio, y no hubo intercambio con otros pueblos.
“No sólo tienen el mito de ser acompañantes del difunto. Fue creado por los dioses para acompañar a la raza humana; tiene conciencia, está provisto de interioridad divina, percepción, sensibilidad, pensamiento, voluntad y poder de acción”, expuso.
Añadió que sobre de estas figuras de barro existen muchos mitos en las diferentes comunidades prehispánicas que se han podido descubrir gracias a los hallazgos de esqueletos de perros en tumbas, donde se han encontrado herramientas, instrumentos, adornos e implementos hechos con los huesos de este animal.
Otra característica de los perros colimotes, dijo Jorge Zurroza, “es que no pertenecen a la raza xoloitzcuintle sino a la tlalchichi, palabra que refiere su tamaño pequeño, su falta de pelo, dientes pequeños y patas cortas”.
Finalmente, dijo que los perritos colimotes se encuentran en museos locales, nacionales e internacionales, por lo que existe un símbolo de la cultura prehispánica de Colima en diferentes ciudades de Estados Unidos, Europa y hasta en el Medio Oriente (Museo de Jerusalén). “Son la presencia más cuantiosa y antigua de todos los museos en el mundo”, puntualizó. BP