Colima.- Poco a poco una imagen ha vuelto a ser frecuente en las principales calles y jardines de la ciudad de Colima: niños con bolsas en las manos acercándose a los autos o a las bancas ofreciendo distintos productos, dulces, frutas u obleas, para ganarse la vida.
La lente de AFmedios ha captado por lo menos dos cruceros en los que niños laboran, a pesar de estar prohibido por la Ley y de que en junio pasado se instaló formalmente la Comisión Interinstitucional para Prevenir y Erradicar el Trabajo Infantil en el estado.
Los datos más recientes del Inegi (2009) ubican a Colima como la cuarta entidad con mayor porcentaje de trabajo infantil. Los primeros lugares los ocupan Guerrero, Nayarit y Zacatecas.
De acuerdo al instituto, 23 mil 586 niños colimenses entre los 5 y 17 años estaban “ocupados”, lo que equivale al 15.8 por ciento de la población infantil del estado.
De la población infantil trabajadora, 7 mil 631 son niñas (32 por ciento) y 15 955 son niños (68 por ciento).
No hay más que el campo
En el número 31 de la revista ReporteAF se incluye un tema que evidencia la realidad de los jornaleros agrícolas que vienen a la entidad.
Aurora Castillo, originaria de Guerrero y encargada del albergue cañero de Quesería, explicó que los niños que vienen a trabajar en la tierra de nuestro estado, lo hacen a partir de los 9 años.
Los más afortunados terminan la primaria, pero no estudian más allá, pues deben trabajar con sus papás en la zafra de la caña… no hay más opciones.
Hoy, 16 de abril, es el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil, y en México también existen casos de menores trabajando en cruceros limpiando parabrisas y niñas trabajando como empleadas domésticas.
Por esa razón la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) llamó a las autoridades a fortalecer su esfuerzo en la aplicación de políticas y acciones efectivas orientadas a combatir la explotación laboral infantil.
Mediante un comunicado, la CNDH informó que según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, tres millones 600 mil niños y adolescentes trabajan en el país y casi la mitad de ellos no recibe ingresos.
La dependencia calcula que un millón 100 mil son menores de 14 años y por tanto carecen de la edad mínima para trabajar que establece la Ley. La mayoría cumplen jornadas excesivas en lugares inapropiados y sin la protección indispensable.
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