Colima.- Los límites entre los municipios de Colima e Ixtlahuacán, la zona oriental de Armería que colinda con Manzanillo, el norte de Manzanillo, el sur de Minatitlán, una zona de Comala y el norte de Tecomán son las zonas del estado de Colima en las que hay mayor riesgo de desertificación, tanto por erosión de los suelos como por el uso de químicos en la agricultura, informa la gerencia de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en Colima.
Esta institución cuenta con un mapa de zonas prioritarias que se utiliza para brindar la reforestación. Este mapa señala terrenos que en algún momento fueron desmontados, por lo que requieren atención. Estas zonas son los límites entre Colima e Ixtlahuacán, las inmediaciones de Nuevo Cuyutlán y Agua Blanca (Armería); Canoas, El Arrayanal, Paticajo y La Loma (Manzanillo y Minatitlán), y el norte de Cerro de Ortega, así como las regiones de Callejones y San Miguel (Tecomán).
Según la Conafor, en estas zonas los suelos se han degradado por la erosión (se ha quitado la cubierta vegetal), por la aplicación de químicos usados en la agricultura y por contaminantes que se vierten junto con las aguas negras (este fenómeno se presenta en los manglares, en la zona costera); en los dos últimos casos, la Conafor no tiene injerencia.
La Conafor también refiere que la principal amenaza para la integridad de los suelos es la expansión de la agricultura y la ganadería en zonas catalogadas por la institución como “preferentemente forestales”, es decir, que estuvieron pobladas en algún momento de vegetación natural y se desmontaron para pastos u otros cultivos, y que se caracterizan por sus pendientes.
Cuando se quita la cubierta vegetal (árboles, pasto, arbusto), explica Conafor, el suelo queda expuesto a la erosión del viento y del agua.
Este problema se combate construyendo en las zonas catalogadas como preferentemente forestales pequeños bordos con materia muerta obtenida de árboles secos que se encuentren en esa zona, en sentido perpendicular, dejando una distancia de 15 metros entre uno y otro: cuando el agua corre por las pendientes, el suelo se va deteniendo el bordo y se controla la erosión. Esta es la técnica más común.
En la zona de Manzanillo, la Conafor ha descubierto una técnica para retener el suelo usando desperdicios de las redes de hilo que utilizan los pescadores.
Estas técnicas permiten la recuperación de los suelos en alrededor de una década.
Cifras
En el año 2004, un estudio iniciado por la UNAM y concluido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) detalló que en el estado de Colima, durante los 25 años previos, se degradó 24.79 por ciento de los suelos.
Actualmente, la Conafor y la Universidad Autónoma de Chapingo preparan un estudio para determinar la situación actual en la degradación de suelos. Sin embargo, la Conafor estima que desde hace varios años no se han visto cambios en el uso de suelo, y que esto es evidente con la disminución de incendios forestales.
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