El gobernador electo de Colima, José Ignacio Peralta Sánchez, señaló que en estos primeros tres años de gobierno del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, a través de las grandes reformas, se ha sentado las bases para avanzar por la ruta del progreso y muchos de los beneficios de las mismas se verán a partir de la segunda mitad de su administración.
Para Ignacio Peralta Sánchez, el balance de la primera mitad de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto es positivo, porque logró sacar adelante las reformas que el país necesitaba para alcanzar un desarrollo pleno.
“Entre ellas podemos destacar la reforma educativa, que es de las más importantes, porque se construye hoy un mejor futuro para nuestros hijos”.
Estableció que las reformas ya arrojan beneficios tangibles como la disminución de la pobreza extrema, la disminución de los costos de las tarifas de luz, la eliminación del cobro de tarifas de larga distancia, entre otros.
Dijo que en materia de infraestructura, es notable la construcción y modernización de miles de kilómetros de carreteras en todo el país, tan sólo en Colima el Gobierno de la República concretó la ampliación a 6 carriles de un tramo de la autopista Colima-Guadalajara.
Además, los colimenses y en especial los manzanillenses, han constatado el invaluable apoyo del Presidente de la República para detonar el crecimiento del puerto de Manzanillo, con importantes obras de infraestructura.
Con los cambios hechos en el gabinete presidencial y con las reformas ya en marcha, sin duda se esperan todavía más resultados no solamente en los próximos 3 años, sino para las próximas generaciones.
Los grandes retos que tendrá el Presidente Peña Nieto para la segunda mitad de su sexenio serán seguramente fomentar una mayor transparencia en el sector público y un combate frontal a la desigualdad económica.
Se dijo confiado en que sorteará las dificultes que se derivan de la situación financiera internacional, principalmente por la expectativa sobre el comportamiento de las tasas de interés en Estados Unidos, la desaceleración en China y la caída de los precios del petróleo.