México.- Los embarazos no planificados ponen en riesgo la salud de la madre y de su bebé, y en la gran mayoría de los casos, alteran su proyecto de vida, ya que reducen sus oportunidades de educación, trabajo, ingresos y superación personal.
El Gobierno de la República elaboró la Estrategia Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes con el objetivo de reducir en 50 por ciento la tasa de fecundidad de las adolescentes de 15 a 19 años, para el año 2030. La estrategia está basada en ocho ejes rectores:
- Se reconoce la necesidad del trabajo conjunto y de la cooperación entre los sectores público, privado y social, incluso, de la comunidad internacional.
- Contar con información, educación, servicios de salud de calidad, que les permitan a los jóvenes tomar decisiones responsables.
- Evitar el embarazo no planificado en adolescentes no puede ser sólo una responsabilidad de las mujeres. Los varones también son parte esencial del ejercicio de la sexualidad responsable.
- La estrategia fomenta el desarrollo de habilidades en los menores, a fin de que puedan definir sus metas de largo plazo, y actuar con sentido de responsabilidad y cuidando de su salud.
- Contempla líneas de acción específicas para generar sinergias entre autoridades de los tres órdenes de Gobierno, padres y madres de familia, comunidades escolares, personal del sector salud y, por supuesto, los propios adolescentes.
- La estrategia considera a los jóvenes como sujetos de su propio desarrollo, les reconoce plenamente su derecho humano a participar, no sólo como personas vulnerables, sino como actores centrales de la transformación social.
- La ciencia y la evidencia empírica ocupan un lugar central en la evolución del diagnóstico de la situación, el monitoreo de las acciones y la medición de los resultados.
- La estrategia se mejorará de manera continua para incrementar su efectividad.
De acuerdo al INEGI en 2014, residen 29.9 millones de jóvenes de 15 a 29 años, monto que representa 24.9 por ciento de la población total.
En 2014, 63.5 por ciento de los jóvenes son solteros, 33.1 por ciento están unidos y 3.4 por ciento se encuentran divorciados, separados o viudos.
Datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2014 indican que 44.9 por ciento de las adolescentes de 15 a 19 años, sexualmente activas, declaró no haber usado un método anticonceptivo durante su primera relación sexual.
Para 2013, 83.9 por ciento del total de egresos hospitalarios en mujeres de 15 a 19 años, se relacionan con causas obstétricas (embarazo, parto y/o puerperio).
Durante 2014, de las mujeres embarazadas de 19 años de edad, 30.6 por ciento no recibieron consultas prenatales.
Durante 2013, del total de mujeres en edad fértil (15 a 49 años) que presentaron un aborto, 18.7 por ciento son adolescentes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), entre sus recomendaciones internacionales para la disminución del embarazo adolescente, plantea que los países promulguen leyes que fijen edades mínimas para el matrimonio, así como buscar incidir en familias y comunidades para que las niñas y chicas adolescentes no sean dadas en matrimonio hasta que se hayan desarrollado; promover el uso de anticonceptivos y la preparación de los servicios de salud para atender adecuadamente a las adolescentes embarazadas y en caso de que las leyes lo permitan y las adolescentes así lo decidan, puedan abortar bajo condiciones seguras.
En el estado de Colima, la incidencia de embarazos en menores de 20 años muestra un comportamiento descendente en los últimos cinco años, en contraste con el crecimiento poblacional que se observa en este grupo etáreo colimense, ya que la atención a los eventos obstétricos en los hospitales de la Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado para este grupo de población pasó de 2 mil 674 en 2009 a 2 mil 380 en el 2014.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición comparativo 2000, 2006 y 2012, Colima sobresale en los diversos indicadores de Salud Reproductiva de Adolescentes; uno de ellos es el conocimiento de métodos anticonceptivos, que fue de 76.3 %, 88 % y 94.2 % respectivamente, siendo la media nacional de 90% para el 2012.
En contraste se observa un aumento en el porcentaje de adolescentes que inician vida sexual activa, con un 14.7 %, 17.8 % y 25.1 % en 2000, 2006 y 2012, respectivamente; mientras que el uso de un anticonceptivo en la primera relación sexual se incrementó de 68.1 a 74.9 % de 2006 a 2012.
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