Colima.- El traumatismo craneoencefálico, derivado de accidentes, es la cuarta causa de muerte en el país; antes se ubican las enfermedades cardiovasculares, los cánceres y las complicaciones de diabetes mellitus, así lo informó el doctor Alfredo Aquino Adrian, director del Hospital General de Sub-Zona (HGSZ) No. 4 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Colima.
Señaló que si después de un golpe en la cabeza se presentan síntomas, como: sueño, mareo, náuseas, dolor de cabeza y alteraciones en la respiración, hay que acudir de inmediato al servicio de urgencias, pues es muy factible que exista una probable lesión intracraneal.
Aquino Adrian dijo que cerca del ochenta por ciento de los traumatismos que suceden en casa son evitables si se tiene precaución con los pequeños. Lo más común son las caídas a la altura del piso pues con gran facilidad el niño se resbala en la cocina, el baño, en las escaleras o en la azotea. El otro 20 por ciento sucede en los centros recreativos y en la vía pública.
Cuando hay pérdida de conocimiento después de un golpe en la cabeza, indica de que las estructuras del cerebro se movieron; si el pequeño se recupera de forma rápida se considera una lesión de grado uno. Sin embargo hay que vigilarlo para detectar si presenta somnolencia o tiene cambios de conducta.
Por ningún motivo hay que dejarlo dormir, para ver como evoluciona; en caso de que empiece a hablar incoherencias, también representa una emergencia.
Es importante, añadió, no darle ningún alimento o medicamento sino hasta después de varias horas.
Precisó que si la caída fue de más de dos metros de altura, tampoco hay que moverlo, porque lo más probable es que tenga alguna fractura, lo mejor es llamar a la ambulancia.
Entre los dos y cinco años es cuando se registran en los niños más golpes por caída, debido a que pierden el equilibrio por la desproporción de la cabeza con el cuerpo.
Son más peligrosos estos traumas, puntualizó, cuando suceden después de los tres años, pues el cerebro ya creció al máximo y no tiene suficiente espacio para soportar inflamación o hemorragia intracraneal derivadas de un traumatismo; mientras que en los menores de un año aún hay espacio en el cerebro pues se termina de desarrollar entre los doce y trece meses.
Aunque los niños se recuperan más fácilmente de un golpe en la cabeza, en relación a los adultos, puede ser que quede alguna secuela, ya que es posible que tenga cierto déficit, quizás no muy notorio, como por ejemplo trastornos de aprendizaje, retraso psicomotor, falta de comprensión o déficit de atención, añadió. BP
El especialista, finalmente determinó que si no se atiende un golpe severo o no se le da importancia, puede evolucionar hasta producir complicaciones serias