Dieron tierras a cambio de agua potable que nunca llegó

La Culebra.- Hace 20 años los habitantes de la comunidad La Culebra, Manzanillo, entregaron sus tierras a cambio de agua potable que finalmente, antes de que termine este año podrían tener.

Esperanzados en que obtendrían los servicios de agua potable, drenaje y la prosperidad, en 1989 los ejidatarios de la comunidad, dejaron que el entonces gobernador de Colima, Elías Zamora, ordenara la expropiación.

Sin embargo el agua llegará 20 años después.

La expropiación benefició el proyecto turístico denominado entonces ‘Compañía Mexicana para el Desarrollo Turístico y Urbano de Barra de Navidad S.A de C.V.’ ahora conocido como Isla Navidad.

En ese año no tenían agua potable, ahora tampoco.

A los habitantes de La Culebra se les expropiaron 109-76-01.81 hectáreas según consta en el decreto de expropiación en poder de AFMEDIOS.

La expropiación se ingresó en el Registro Público de la Propiedad (RPP) de Colima, el 29 de agosto de 1989, mediante expediente 047292.

En el decreto de expropiación intervinieron Griselda Álvarez del Castillo, el gobierno de Jalisco y para su aprobación el Congreso del Estado de Colima.

En 1989 el decretó contenía 6 beneficios que se otorgarían a la comunidad por el Gobierno de Colima, como compensación por haber sedido sus tierras.

También se señala el pagó 403 millones 33 mil 466 pesos, y para  los ejidatarios que sufrieron daños en su bienes, el Estado entregaría una suma adicional de 244 millones de pesos (moneda de ese tiempo)

Sin embargo los habitantes de la comunidad no recibieron tal suma, en cambió percibieron un promedio de 33 mil pesos y el resto se les prometió entregar a la comunidad en obras y servicios, recordó a AFMEDIOS un habitante de la comunidad que pidió no revelar su nombre.

El primer beneficio que señala el decreto presentado por la fuente, el gobierno se comprometía a introducir los servicios de agua potable, drenaje, mejoramiento de cada una de las viviendas de los ejidatarios, equipamiento urbano y construcción de centros de adiestramiento.

Además estipulaba que se equipararía de infraestructura turística para los ejidatarios.

El punto tres habla del otorgamiento de concesiones para transporte urbano, marítimo, explotación de especies libres y concesiones sobre terrenos federales a los ejidatarios de la comunidad.

En ese entonces el gobierno estatal se dio el lujo de prometer la eliminación  de impuestos a las empresas que los ejidatarios lograran crear. Pero será 20 años después de esa promesa, cuando los habitantes de la comunidad podrán gozar del primer beneficio, el agua potable.

‘¡Aquí el agua es oro!’

El agua potable en La Culebra es tan valiosa como un buen whisky o un buen vino. Las cerca de 200 familias de la comunidad, tienen que ingeniárselas para obtener el agua.

3 posos de agua construidos por los propios habitantes surten raciones pequeñas de agua durante el año a cada familia.

En esta comunidad sólo los que viven en la calle principal, pueden obtener agua de poso, siempre y cuando tenga dos bombas de agua.

Pero si alguien vive en el cerro, tendrá que ahorrar para comprar tinacos y esperar que cada año llueva mucho para poder almacenar agua para bañarse y lavar los utencilios de cocina.

Obtener agua potable no es el único problema. Los colonos también deben comprar cientos de cable electrico para obtener electricidad de algún vecino que vive en la calle principal.

“Desde hace muchos años esperamos este momento, finalmente tener agua, el gobierno del estado ya anunció que se perforó un pozo con abundante agua dulce y de excelente calidad para el consumo humano”, dijo Silvestre Campos Ornelas, delegado municipal de la comunidad.

“El sábado pasado estuvimos en la comunidad El Centinela de Abajo, donde se perforó el pozo, y que de acuerdo a las especificaciones técnicas de la obra, se cuenta con suficiente líquido no sólo para abastecer a La Culebra sino también a las comunidades de la ribera del Marabasco”.

El pasado 15 de agosto la secretaria general de gobierno, Yolanda Verduzco Guzmán, realizó un recorrido por le ejido ‘El Centinela de Abajo’ y revisó los avances en las obras con las que se pretende llevar agua potable a los habitantes de La Culebra.

La Funcionaria Estatal informó que sólo se espera la aprobación del estudio de impacto ambiental que se entregará a la delegación de la SEMARNAT, a más tardar este viernes.

Irónicamente, por debajo de la calle principal de la comunidad pasan dos tuberias de 12 pulgadas que transportan el agua potable que abastece a todo el conjunto turístico de Isla Navidad, incluso para mantener en perfectas condiciones el campo de golf.

 

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