Colima.- La fosa común es el único lugar disponible en el cementerio de Villa de Álvarez para enterrar a un fallecido, pues el resto de las gavetas ya están ocupadas o compradas para usarse posteriormente.
Pero la fosa común no es un “pozo al que se arrojan cuerpos», como algunos pudieran pensar, sino espacios temporales para estos, señala Ana Silvia Jacobo Castillo, jefa del departamento de Vía Pública, Tianguis y Panteón.
“La mayoría de la gente cuando vienen a solicitarnos espacio y les decimos que solamente tenemos en fosa común, no les gusta, tienen una mala idea de lo que es, entienden que es una fosa grandísima donde metemos a muchísimas personas en el mismo lugar, y no es así”.
En el caso del panteón de Villa de Álvarez, la fosa común representa el 1 por ciento del total de espacios, el otro 99 por ciento ya están ocupados o vendidos.
En esta fosa común se encuentran alrededor de 50 cuerpos y cada mes se reciben a tres o cuatro más. En este lugar cada cuerpo cuenta con espacio en el que puede estar durante 5 o 6 años, o hasta que se le pueda vender una gaveta en el panteón.
“Es una gaveta de 1.20 por 3 metros para cada cuerpo, lo único es que no es propiedad de ellos, no tiene acceso a compra, pero mientras les pertenece, pueden ponerle su cruz aunque no les conviene invertirle porque no les pertenece”.
Hasta ahora, los espacios en la fosa común son otorgados, mayoritariamente, para cuerpos de familias de bajos recursos o de los que nadie se hace responsable.
Se estima que en el panteón de Villa de Álvarez hay alrededor de 4 mil 700 tumbas.
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