En un dinámico y también divertido informe de trabajo, la Coordinación General de Investigación Científica (CGIC) de la Universidad de Colima, que encabeza el físico Alfredo Aranda Fernández, comunicó datos precisos del 2016 y de los últimos cuatro años y dijo que más que ver imágenes de personas observando el microscopio o unas pipetas, lo valioso en el mundo científico son las personas, lo que éstas hacen por su comunidad y por la formación de nuevos recursos humanos.
Durante su informe, abordó además noticias en pro de la investigación y planteó el estado y rumbo de la investigación científica en la Universidad de Colima y el país.
Habló de lo valioso que es, para una universidad como la de Colima, que no cuenta con los apoyos de instituciones como la UNAM o el Politécnico, tener a varios científicos en el nivel 3 del Sistema Nacional de Investigadores, y aclaró además que el posdoctorado no es un grado académico, sino la estancia pagada de un investigador que no está contratado todavía.
Interesado desde siempre en la formación de nuevos científicos, Alfredo Aranda dijo que la labor docente a nivel superior, sobre todo en carreras científicas, “es algo mucho más complejo que debe involucrar, de manera significativa, los elementos del proceso de investigación y, además, tomar muy en serio las clases que se impartirán”.
Dijo que “para la investigación científica hay que cuidar qué es lo que reproducimos del exterior y qué es lo que aportamos; priorizar la calidad, nutrir nuestro talento y crear un ejército de jóvenes con un alto nivel de preparación en las áreas básicas”.
Además, agregó, “hay que balancear programas y directrices nacionales con oportunidades locales y regionales, no sólo ser reactivos sino además cambiar la realidad de la región (a mediano y largo plazo), buscar nichos de alto nivel y potenciarlos al máximo; esto es, exigir calidad del más alto nivel”.
A grandes rasgos, adelantó que ya está listo el reglamento de investigación para la Universidad de Colima, la reestructuración de los centros de investigación y la creación de un nuevo tipo de Instituto de Investigación Científica.
Lo más importante de su informe, priorizó, “son los alumnos que estudian becados en universidades extranjeras, lo que se logró gracias a las herramientas adquiridas en su paso por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima, a su constancia y compromiso para aspirar a esa meta”.
En este sentido, insistió en no subestimar a los jóvenes del país creyendo que aquí no se pueden generar cosas magníficas, ya que la ciencia es la misma en todos los países y no se trata de hablar de ciencia de Estados Unidos, de Japón China. En México y en Colima existe mucha gente capaz y con talento, aseguró.
Entre las cifras, Aranda Fernández dijo que se obtuvieron 173 millones un mil 582 pesos en los últimos cuatro años a través de proyectos científicos generados por científicos de esta casa de estudios, quienes tuvieron que competir a nivel nacional e internacional.
Y como es su estilo, realizó varios ejercicios de referencia, como la consulta a una gráfica de Scopus para conocer la productividad de la Universidad de Colima en los últimos cuatro años, e identificó un desbalance entre productividad y recursos humanos al compararla con la gráfica de profesores SNI por área del conocimiento.
Al respecto, también informó la contratación de seis investigadores en áreas clave a través de concursos internacionales (CUIB, CUICBAS, CEUNIVO y en el Laboratorio de Radiofrecuencias), así como de la incorporación de nueve catedráticos CONACYT al grupo de investigadores del CUIB, Bioingeniería y del Laboratorio de Agrobiotecnología (CUEIV).
Además, presumió de buenos resultados en actividades permanentes como las que realiza el Instituto Heisenberg para acercar a la ciencia a futuros investigadores, las charlas “Café y Ciencia” como una exitosa acción para divulgar lo que hacen los investigadores universitarios, y el Reporte CGIC, que consiste en publicaciones trimestrales electrónicas sobre artículos científicos ya publicados, pero en un lenguaje claro para dar a conocer a más personas lo que se hace de investigación en la UdeC.
También mencionó la vinculación con el laboratorio de Canalopatías de la UNAM, los trabajos en el laboratorio Anecoico de Colima, un sitio que tendrá alcances nacionales, y los convenios con laboratorios como el KEK de Japón, el CERN de Europa y apenas ahora el Fermilab, de Estados Unidos, que incluirá intercambios de estudiantes de ingeniería haciendo prácticas o estancias de investigación. BP