El Abierto Mexicano de tenis comienza hoy en un ambiente de tranquilidad ratificado por los jugadores, a pesar de la ola de violencia que vive el puerto de Acapulco, sede del torneo de más prestigio en América Latina.
Horas antes de empezar los partidos del cuadro principal, la Asociación de Tenistas Profesionales confirmó estar satisfecha por las medidas de seguridad tomadas en el hotel sede y sus alrededores y elogiaron el apoyo al torneo por parte de las autoridades de Acapulco, el estado de Guerrero y del Gobierno Federal.
Encabezados por el español David Ferrer, número seis de la lista mundial y primer clasificado del concurso de hombres, los jugadores han manifestado que están concentrados en el certamen, con categoría 500 de la ATP.
«Nunca he tenido problema en México ni en Acapulco, los organizadores ofrecen todas las garantías», dijo Ferrer, quien debutará este lunes contra el rumano Adrian Ungur, llegado del torneo de clasificación.
El mexicano Santiago González, número 43 del mundo en dobles, dijo que el tema de la violencia en Acapulco se ha vinculado al torneo de manera exagerada y descartó nerviosismo por parte de algunos de los tenistas.
Las figuras del torneo de mujeres comenzaron a llegar, algunas después de participar en el torneo Colsanitas de Bogotá, como la española Carla Suárez, quien cumplió ayer una jornada de entrenamiento ligero.
Suárez es una de las principales esperanzas hispanas del certamen femenino junto a su compatriota Aratxa Parra y la argentina Gisela Dulko, quien dijo estar feliz y despreocupada en Acapulco.
«Me siento muy segura, no es la violencia un tema que tiene que ver con nosotros», dijo la jugadora 60 de la lista mundial de la WTA.
En los últimos días el torneo tuvo bajas sensibles, del francés Gaels Monfils, 12 del mundo, el argentino David Nalbandian (19), y los españoles Tommy Robredo (29) y Juan Carlos Ferrero (34), todos lesionados, pero de última hora se incorporó el canadiense Milos Raonic, quien este semana tuvo el ascenso de ránking más espectacular del top 50 al saltar del lugar 59 al 37.
Este domingo aparecieron siete cadáveres en Acapulco, consecuencia de enfrentamientos entre bandas rivales del crimen organizado, según la Secretaria de Seguridad Pública del estado de Guerrero, pero horas más tarde el director del torneo, Raúl Zurutuza, explicó que sólo quedaba el 15 por ciento de los boletos por vender, lo cual permite pronosticar que tendrán estadio lleno.
Zurutuza reafirmó que nadie ha solicitado tomar medidas de seguridad adicionales a la de otros años y recordó que el Abierto es un torneo familiar con una alta seguridad, que transcurre en un hotel con acceso restringido. EFE