Colima.- Lo que tradicionalmente era un desayuno alegre para reconocer su labor, se convirtió en un recordatorio de la vulnerabilidad en la que se encuentran los policías estatales.
Alrededor de 550 elementos asistieron al desayuno por el Día del Policía en las instalaciones de la Feria de Colima. Recibieron café, pan dulce, un vaso medio lleno de jugo, tortillas y un plato con un guisado.
Los lugares los distribuyeron conforme al área en que se desempeñan, los penitenciaros en un extremo, los de la Policía Acreditable por otro, los investigadores en el centro.
Se entregó reconocimientos a los que cumplieron 10, 15 y 20 años de servicio, y escucharon un aliciente de las autoridades: ya se tiene la propuesta del proyecto integral para dar certeza laboral a la Policía Estatal Acreditable.
“Contempla el mejoramiento o implementación de la trayectoria profesional, salarios y prestaciones, créditos y financiamiento, ascensos por méritos, gestión de apoyo a becas a los y las policías y a sus hijos, gestión de apoyo al sector empresarial”.
Fueron las palabras de Francisco Javier Castaño Suárez, secretario de Seguridad Pública, quien aparentemente buscó motivar a los policías que se han visto amenazados tras el reciente asesinato de cuatro de sus compañeros a manos, aparentemente, del crimen organizado.
No se informó de un plazo para que los policías gocen de estas mejoras, pero el Gobernador del Estado, José Ignacio Peralta, les aseguró que no los dejará solos.
“No quiero a policías indefensos frente a quienes buscan represalias, o frente a los que pretenden desestabilizar el orden social”.
“Deseo un plan integral completo y realista que permita dotar de más protección a los policías para que cuenten con mejores mecanismos de seguridad en el ejercicio de sus responsabilidades y en la vida cotidiana”.
En las mesas más cercanas a las de las autoridades estaban las viudas y familiares de los policías asesinados semanas atrás en diferentes hechos. El Gobernador les entregó reconocimientos sin que ellos pudieran contener el llanto. Varios policías más también lloraron, desde sus mesas, con ellos.
Se guardó un minuto de silencio en su honor, sólo se escucharon los sollozos de las viudas y huérfanos de los policías caídos.
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