Ante los niveles de violencia que se van registrando por el crimen organizado cuya escalada ha sido abrupta, sólo se puede erradicar atendiendo en la profesionalización policial: elevar sus niveles de capacidades analíticas, estratégicas, físico-atléticas, el manejo de armas largas y tecnología, además de subir el nivel escolar de policías.
Así lo explicó el especialista en violencia y crimen organizado, Eduardo Guerrero Gutiérrez, quien además calificó que en Colima ya se realiza este tipo de trabajo, al cual consideró de arduo, paciente y perseverante.
Además dio a conocer que los niveles de violencia en la zona occidente de Colima y Jalisco, se incrementó abruptamente con la detención de Juan Nava Valencia, jefe del cártel de Milenio y la muerte del capo Ignacio ‘Nacho’ Coronel, socio clave del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
“De tener 30 ejecuciones mensuales paso a 70 u 80”, afirmó.
El especialista afirmó que la violencia se esparce en todo el país con municipios que no tenían con ejecuciones que jamás habían registrado, ahora la tienen cada mes, por lo que debe ‘prenderse’ un foco amarillo para que no crezca en términos geográficos.
Además remarcó que el caso de Jalisco podría afectar a Colima.
Explicó que las grandes organizaciones criminales son fragmentadas mediante la ‘política de descabezamiento’ como ha pasado con en los cárteles de Tijuana, Juárez, De los Beltrán Leyva y Familia Michoacana, los cuales se encuentran en un momento crítico de división interna y desmantelamiento.
No así ocurre con los cárteles de El Golfo, Zetas y Pacífico, que son las que tienen gran solidez.
“Si sigue así en unos pocos años habrá un panorama distinto del crimen organizado –afirmó Guerrero Gutiérrez-; ya no habrá cárteles sino organizaciones pequeñas no de carácter regional sino estatal o municipal, local, arraigadas en colonias, elusivas frente a las dependencias de gobiernos, que serán responsabilidad de enfrentar por parte de los gobiernos estatales y municipales, porque las fuerzas armadas no serán útiles para atacar células tan pequeñas”.
Por lo que consideró que cuando los cárteles son más pequeños son más difíciles de ubicar, identificar y desmantelar por los militares que están entrenados para pelear con cuerpos más grandes.
En Colima se han registrado un incremento considerable de violencia a partir del segundo semestre del año pasado, cuando se fragmentó el Cártel Milenio en Jalisco, a partir de las detenciones de Juan Nava Valencia y la muerte de “Nacho” Coronel lo cual dio lugar a los cárteles de La Resistencia y a su vez el Jalisco Nueva Generación.
A su vez, el cártel Jalisco Nueva Generación está vinculado con el cártel del Pacífico, mientras que La Resistencia con la Familia Michoacana y Del Golfo.
Debido a confrontación que tienen estos cárteles, ha incrementado los índices de violencia en la zona metropolitana de Guadalajara y Zapopan en Jalisco, así como en Colima con las ejecuciones registradas en Tecomán, Manzanillo y Villa de Álvarez.