México.- El turismo de naturaleza en nuestro país ofrece 181 Áreas Naturales Protegidas federales, lo mismo que una importante cantidad sitios estatales y municipales existentes en el territorio nacional de frontera a frontera y de costa a costa.
En Semana Santa, el aumento de la temperatura invita a un descanso en la playa, a sumergirse en las aguas de alguno de nuestros sitios protegidos en las costas del Atlántico y el Pacífico.
Los litorales del mar del Caribe o en los del Golfo de California poseen organismos unicelulares apiñados como arrecifes coralinos donde habita una pluralidad inimaginable de algas, invertebrados y peces.
En la inmensidad del agua salada podemos avistar la fauna navegante que transita bajos las pangas o lanchas en que viajamos, y a la saltarina y voladora describiendo acrobacias sobre la oscilación del oleaje.
Si buceamos admiraremos hasta 60 especies de arrecifes de coral: cuernos de alce, cerebro, palmas; costeros si se instalan en aguas someras del litoral; de barrera si están más alejados de la costa, o de plataforma si han adquirido forma plana y alargada en la parte superior por la acción de los vientos y las corrientes.
¡Vayamos a conocerlos en el Área de Protección de Flora y Fauna Arrecifal del Golfo de México Lobos-Tuxpan, a los parques nacionales Sistema Arrecifal Mesoamericano, Arrecifes de Cozumel y Arrecifes de Xcalak; a las reservas de la Biósfera Banco Chinchorro y los Arrecifes de Sian Ka’an, o bien, a la Península de Baja California y la costa de Oaxaca que nos ofrecen dos maravillosas vistas submarinas: los arrecifes de los parques nacionales Cabo Pulmo y Bahías de Huatulco!
Si lo que buscas es un viaje de aventura, existen decenas de opciones para desarrollar actividades físico-recreativas como caminata, cañonismo, escalada y rappel, ciclismo de montaña, alta montaña, descenso de ríos, espeleobuceo y espeleismo, en más de 50 Áreas Naturales Protegidas.
El Parque Nacional Dzibilchalntún, Yucatán, ideal para sumergirnos en las cristalinas aguas de los cenotes de Xcalah y apreciar un entorno de especies vegetales y animales.
El Sótano de las Golondrinas, abismo natural de 512 metros de profundidad, 60 metros de diámetro en su entrada y 300 en el fondo, ubicado en la comunidad de Tamapatz, San Luis Potosí, donde puedes practicar espeleología, paracaidismo y rappel. Es además hábitat de vencejos, pericos y murciélagos.
Las Barrancas del Cobre, o Cañón del Cobre, hogar de la etnia rarámuri, en el estado de Chihuahua. Un sistema de siete barrancas de impresionantes acantilados, más extenso que el Gran Cañón del Colorado y casi dos veces más profundo. Puedes recorrer la zona por medio de “El Chepe”, tren Chihuahua-Pacífico, que atraviesa la red de cañones y pasa por estaciones turísticas como Cuauhtémoc, Creel, Divisadero, Temoris, El Fuerte y Los Mochis.
La isla Tiburón, en el estado de Sonora, que es la mayor de 900 islas del mar de Cortés, las cuales forman un archipiélago que por su biodiversidad única fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, en 2005. Visita también en esa región la isla Rasa, donde anida 95 por ciento de la población mundial de charrán elegante y gaviota ploma.
La Reserva de la Biósfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, ubicada en una de las regiones más áridas de México, el noroeste del estado de Sonoras, muestra un sorprendente paisaje lunar en la Tierra. El mayor de su serie de cráteres, El Elegante, presenta un amplio hundimiento, pero la mayoría de estas oquedades son de forma circular y se observan desde varios miradores.
El Parque Nacional Izta-Popo, los emblemáticos volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, una de las primeras áreas que tuvieron su declaratoria de protegida (1935). Por encontrarse en fase preventiva amarilla por las erupciones del cono de fuego, se puede recorrer los senderos interpretativos, llegar a La Joya y trepar por las faldas de “La Mujer Dormida”. En el Centro de Visitantes del Paso de Cortés debemos registrarnos paras recorrer el Parque.
La Reserva de la Biósfera Banco Chinchorro, en el sur de Quintana Roo, 30 kilómetros mar adentro de Majahual y Xcalak, sitio perfecto para practicar el esnorquel y el buceo. Zona de pesca controlada de caracol rosado; cementerio de barcos mercantes que encallaron en siglos pasados y segundo mayor atolón del planeta, con 70 kilómetros de largo por 25 de ancho.
Los Pantanos de Centla, en Tabasco, que resguardan más de medio millar de especies de plantas en sus casi 303 mil hectáreas, lo mismo que fauna sorprendente en sus incontables lagunas y en los deltas de los ríos Grijalva y Usumacinta.
Reserva de la Biósfera Ría Lagartos es un estero ubicado sobre el litoral norte de la Península de Yucatán, con abundancia de manglar y riqueza de fauna marina entre la que sobresale que el flamenco rosa del Caribe que tiene en ese sitio su mayor área de anidación de enero a junio, temporada en que se observan hasta 26 mil ejemplares.
Parque Nacional Lagunas de Montebello, entre los municipios de La Trinitaria e Independencia, en Chiapas, en las cercanías con Guatemala. Conformado por una gran variedad de fauna y flora en sus bosques, así como varias lagunas distribuidas en 6 mil 022 hectáreas de extensión, de coloración que va del verde al azul turquesa.
Las Áreas Naturales Protegidas juegan un papel fundamental en el desarrollo del turismo de naturaleza que se sustenta en un manejo de aprovechamiento sustentable, al cual te invitamos a practicar. BP
Si deseas conocer más de los destinos de naturaleza puedes consultar los siguientes sitios:
http://www.parkswatch.org/patables/tablamex_spa.php
http://www.conanp.gob.mx/pdf_publicaciones/TurismoEstrategia.pdf