Que todos los secretarios de Estado tengan cuenta en Twitter por orden de su jefe, el presidente, es parte del gobierno electrónico. Que los ciudadanos puedan consultar en internet sus multas de tránsito o pagar impuestos o servicios electrónicamente, es parte del e-Government.
Durante la presentación del nuevo proyecto de comunicación de la presidencia de México este martes —que incluye el uso de redes como Twitter y Facebook, así como el rediseño de su sitio web con 19 blogs—, Alejandra Sota, coordinadora de Comunicación Social de la Presidencia, dijo que México es el primer país de América Latina en el uso de Facebook, además de ocupar el octavo lugar en la región en uso de Twitter.
Pero usar tedes sociales no es exactamente fomentar el uso de tecnologías de información y comunicación (TIC). Las primeras sirven solamente como un canal de comunicación entre las personas, mientras las tecnologías de información y el e-Gobierno van más allá: al préstamo de servicios a través de plataformas ubicuas, como la impresión de líneas de captura en internet, hasta en dispositivos móviles como el banco en tu celular.
“En la medida en que el gobierno fomente el uso de las TIC en todos los sectores de la sociedad, será posible acceder de manera más rápida y eficiente a los servicios que el gobierno pone a su alcance”, recuerda Jorge Gómez, director de Negocios de Intel.
“Puede definirse el e-Government como la capacidad y voluntad del sector público de utilizar las Tecnologías de la Información y Comunicaciones para mejorar la información y el conocimiento al servicio de los ciudadanos”, explica Héctor Alcaraz Mora, director de Sector Público de Everis México.
El alcance de este tipo de servicios en México ha progresado de una etapa emergente o básica (donde prima la disponibilidad de información) hacia la mejorada (donde se permite la descarga de formularios y otras formas incipientes de interactividad), pasando por la transaccional (donde el ciudadano puede iniciar, dar seguimiento y obtener respuesta a un trámite), hasta la conectividad (donde se permite la interacción directa entre el ciudadano y el gobierno), agrega el representante de la firma de consultoría internacional.
“El nuevo modelo de comunicación digital de la Presidencia es un proyecto basado en el compromiso con la innovación pero, principalmente, con la transparencia; con el derecho de los mexicanos a saber, y con su obligación de preguntar, de informarse, de debatir y proponer”, escribe Alejandra Sota en su blog. “El gabinete mexicano será el primero completo en Twitter en el mundo”.
Sin plan a largo plazo
En la misma semana que el gobierno de Felipe Calderón anunció su entrada de lleno a las redes sociales y blogs, circularon en todo el mundo estudios que reprueban al país en su desempeño y habilidad para explotar la tecnología.
Según el Reporte Global de Tecnologías de la Información 2009-2010 publicado por el Foro Económico Mundial (WEF), México ocupa el lugar 78 de 133 en aprovechamiento de tecnologías, el mismo que el año pasado. Este reporte mide qué tan propensos son los países para explotar las oportunidades que ofrece la tecnología, a partir del gobierno, las personas y las empresas.
Con base en el sondeo e-Government, que realiza el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, Everis elabora el Índice de Desarrollo de e-Gov (IDEG), para medir qué uso le dan los gobiernos a las nuevas tecnologías, así como la capacidad de éstas para ser más transparentes y eficientes en la gestión pública.
Corea del Sur, Estados Unidos y Canadá ocupan los tres primeros lugares en e-Gov en todo el mundo. Pakistán, Nigeria, la República Democrática del Congo y Níger son los más atrasados.
México cayó 19 lugares, entre 181 países evaluados, al ubicarse en la posición 37 durante 2008, y ocupar la 56 en 2010. Abajo de países como Polonia, Uruguay, Chile y Colombia.
La evolución del eGov es medida por el Índice de Evolución del eGov (IDEG). En este aspecto, México se ubica por arriba de Argentina y Brasil en el Componente de servicios online, con una calificación ligeramente menor a la de Suiza (0.4413 para México y 0.4444 para Suiza).
“En la medida en que la legislación evolucione y lo permita, el ritmo de esta evolución se acelerará”, asegura Héctor Alcaraz Mora.
De acuerdo con este especialista, una de las áreas de oportunidad del país es la conectividad: “México puede mejorar su posición en la medida en la que acelere la evolución de su infraestructura, específicamente el número de usuarios de internet por cada 1,000 habitantes (284) y está por debajo de la región en su conjunto (361); así como también lo está el número de teléfonos móviles (818 vs. 980) y el número de dominios por cada 1,000 habitantes (9 Vs. 25).
La traducción de todos estos índices es que estamos perdiendo competitividad frente a todo el mundo, dice José Carlos Méndez, director de análisis de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
“Todos los demás se vuelven mejores; producen más y ganan más. Esto va directamente contra nuestro bolsillo. Estamos dejando oportunidades.
«Tenemos menor crecimiento del PIB del que deberíamos tener, menos empleos de los que deberíamos generar, un gasto desperdiciado por ineficiencia en no aprovechar la tecnología, menores habilidades digitales porque no se hace el esfuerzo en la capacitación de la ciudadanía. Todo esto se convierte en una brecha digital del desarrollo”, explica.
“México es el único país (de la OCDE) que no cuenta con una estrategia articulada; esto nos va rezagando como país. No quiere decir que no avancemos, el problema es que los demás avanzan más rápido que nosotros”, advierte Méndez.
Una nación pobremente conectada
Pero es más difícil establecer un e-gobierno en un país cuya población no está conectada.
Esta semana, el Senado mexicano entregó al Ejecutivo la Agenda Digital Nacional (ADN), documento creado por empresas de tecnología y geeks para crear un plan a largo plazo para aprovechar como se debe el hardware, software y todos los beneficios que ofrece la llamada sociedad del conocimiento. Asimismo, propusieron quitarle el impuesto de 16% que pagan los mexicanos por estar conectados a internet.
Analistas recuerdan que hemos sido malos históricamente para desarrollar tecnología en el país, además de que hemos visto la conectividad a internet y la tecnología como bienes y servicios de lujo.
En México había menos de 28 millones de internautas en 2010, según datos de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), mientras que según el inegi somos más de 112 millones de personas, es decir, sólo una cuarta parte de la población está en línea.
Por internet se paga un impuesto especial de 16% en este país. Se le suma otro 3%, es decir, queda en 19%, si se compra en paquete con telefonía y televisión, recuerda el jefe de análisis de CIU.
De acuerdo con un estudio del WEF, aunque un gran número de países en América Latina y el Caribe demuestran notables mejoras o consolidación de sus logros en conectividad, la región continúa por detrás de las mejores prácticas internacionales.
No hay países de esta región en el top 20 del ranking Networked Readiness.
Mientras Chile ocupa el lugar 39, Uruguay el 45 y Costa Rica el 46, Brasil está en el 56 y México en el 78.
“México quedó exactamente en el mismo lugar que el año anterior. Parecerían buenas noticias porque parece que dejamos de caer, pero no es cierto. México es de las 12 economías más grandes del mundo, no puede ser que estemos en el lugar 78 en disponibilidad de redes. Estamos cayendo, porque aunque avanzamos, los demás nos rebasan”, explica Méndez.
Con información de CNN.