ROBO A LOS MEXICANOS
CARLOS OROZCO GALEANA
El conjunto de grupos financieros que opera en México concentró al cierre de junio activos por un monto que equivale a 43 por ciento del valor de la economía nacional, mientras que generó ganancias a un ritmo que multiplicó por ocho el crecimiento del producto interno bruto (PIB), reveló información oficial que divulgó La Jornada.
Los 23 grupos financieros con actividad en el país, en un sector dominado por instituciones de origen externo, crearon en el primer semestre del año utilidades por 77 mil millones de pesos, 24.7 por ciento más que las reportadas en el mismo periodo de 2016, informó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). El segundo semestre, seguro que conservará esos rangos de utilidad. Un dato estremecedor: En el 2013, la banca voraz mexicana y extranjera ganó 107 mil millones de pesos.
La tasa de crecimiento de las ganancias de los grupos financieros el año anterior multiplicó por ocho la dinámica de desempeño de la economía en su conjunto. El producto interno bruto (PIB) repuntó 3 por ciento en el segundo trimestre de 2017 respecto del mismo periodo de 2016, según información oficial divulgada la semana pasada.
El lector debe registrar que los grupos financieros son sociedades controladoras y, por lo menos, dos entidades financieras que pueden ser: bancos, casas de bolsa, casas de cambio, instituciones de fianzas, aseguradoras, operadoras de fondos de inversión, gestoras de fondos para el retiro, sociedades financieras de objeto múltiple, sociedades financieras populares y almacenes generales de depósito.
La verdad causa escándalo esta información. Cómo es posible que, por ejemplo, Bancomer gane solo en México el 38 por ciento de sus ingresos mundiales! Es obvio que los entes reguladores en México son cómplices acerca de las facilidades que los bancos tienen para saquear las economías de los países. El gobierno y la banca, podríamos decir, son uno solo.
Datos de la CNBV contrastan el crecimiento económico exiguo de las últimas décadas con la bonanza bancaria. Solo en México, se les permite cobrar altas tasas de interés en tarjetas de crédito, en préstamos hipotecarios y personales y en mil comisiones más que inventan a su antojo. Además, es insoportable el asedio constante a los clientes para que amplíen su uso, conductas agresivas que no les permiten en otros países. O sea, no se conforman con tener atados a los clientes pagando altos intereses e insisten una y otra vez hasta en las noches o madrugadas. No tienen llenadera, como dice Amlo. ¿ Quién les parará el alto?
Nuestra economía crece poco y se estanca por esas estratosféricas ganancias que no se quedan en México, reinvertidas, sino que son trasladadas a otros países, es decir, el trabajo y el esfuerzo de los mexicanos sirve para que otras economías, más poderosas, se expandan y se enriquezcan los hombres del dinero de quien sabe qué países.
Nuestra economía mixta resulta pues un fiasco porque está vinculada a la desigualdad social y genera escasas oportunidades. Solo hay que ver a los miles de mexicanos que emigran a otros países, y ya no regresan, buscando lo que aquí no encuentran. Y no hay luz en el túnel. La pobreza sigue creciendo, millones de mexicanos son solo espectadores del desarrollo de otras sociedades y del enriquecimiento impune de otros, de la alta clase política, de sus empresarios y banqueros insaciables como los Slim, los Bailleres, los Aramburuzavala, los Salinas, los Garza y demás poderosos.
México requiere un cambio de timón, las cosas no pueden seguir así, con gobiernos cómplices de la gente del dinero y cuyos más altos personajes acaban compitiendo con ella, asimilándosele, al tú por tú, como el famoso grupo “Atracomulco” del que el secretario de SCT Gerardo Ruiz Esparza es su operador principal. Pero el jefe es otro, claro está.