Colima.- El incremento en la sismicidad del Volcán de Colima, los eventos de alta frecuencia y el aumento de boro detectado en el agua de los manantiales, suelen ser indicadores de un nuevo pulso de magma en ascenso.
Lo anterior, fue señalado en el reporte semanal (1-7 septiembre) de la la Red Sismológica Telemétrica del Estado (RESCO) y el Centro Universitario de Investigaciones en Vulcanología (CUEIV) de la Universidad de Colima.
«Las imágenes térmicas tomadas en la última semana podrían indicar que la velocidad de ascenso del magma es baja y por eso no existe aún un cuerpo de lava en superficie. Es importante mantenerse atento a la evolución de este incremento de actividad. Tampoco se descarta la ocurrencia de posibles explosiones en los siguientes días a semanas», refiere el documento.
Se informó que el día 2 de septiembre se realizó un sobrevuelo al volcán, en el se detectó una mayor emisión térmica dentro del cráter, aunque no se observó el crecimiento de un nuevo domo.
La mayor temperatura registrada fue de 198° C de un punto ubicado en el fondo del cráter.
«Durante los pocos periodos en que se pudo observar el volcán debido a las condiciones metereológicas que prevalecieron en el periodo reportado, no fue posible observar ni detectar algún fenómeno asociado a la actividad volcánica (incandescencia, explosiones con ceniza, flujos piroclásticos y/o derrumbes)».
En la última semana se contabilizaron de forma automática 24 eventos de alta frecuencia (HFs), 22 eventos de largo periodo (LPs), 1.9 hrs de tremor y 3 derrumbes. En la figura 1 se muestra el sismograma de la estación SOMA localizada a 1.7 km del cráter del volcán, en donde se aprecia un segmento de tremor de baja amplitud y corta duración del día 2 de septiembre a las 09:02 hrs (14:02, UTC). BP