La organización defensora de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI), denunció ayer al presentar su informe anual, el incumplimiento que persiste por parte de El Vaticano en sus obligaciones internacionales para proteger a los niños, al destacar las cada vez más numerosas denuncias de casos de sacerdotes pederastas en todo el planeta.
Llama la atención que esta es la primera vez que Amnistía dedica un capítulo a este pequeño Estado, sede de la Iglesia Católica. En el reporte AI lamenta en particular que la Santa Sede no haya presentado el informe que debe desde 1997 al Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
DÉCADAS. La organización resalta también las “pruebas crecientes de abusos sexuales generalizados contra menores de edad cometidos por sacerdotes pederastas en las últimas décadas”, el mantener en sus puestos a los curas sujetos a investigación, la falta de cooperación de las autoridades eclesiásticas con las justicia y la falta de indemnización a las víctimas.
Sin embargo, Amnistía Internacional destacó positivamente el hecho de que el papa Benedicto XVI reconociera en el 2010 estos abusos y haber “pedido disculpas” por los malos religiosos en sus visitas a algunos de los países más afectados, como Irlanda, Malta y Reino Unido.