Durante los primeros meses de 2018, la actividad económica global continuó expandiéndose de manera generalizada entre países, después de registrar una tasa de crecimiento de 3.8 por ciento durante 2017, la tasa más alta desde 2011.
En particular, durante 2017, la economía de Estados Unidos registró un crecimiento más elevado que en 2016. No obstante, durante el primer trimestre de 2018, moderó su ritmo de expansión económica debido a un menor avance en el consumo.
El mayor dinamismo en la actividad económica en países avanzados ha contribuido, en parte, a un incremento en la inflación y sus expectativas en esos países. En este entorno, la mayoría de los principales bancos centrales de economías avanzadas han continuado con la normalización de su política monetaria.
En marzo, la Reserva Federal (FED) incrementó en 25 puntos base el rango objetivo de su tasa de interés de fondos federales a entre 1.50 y 1.75 por ciento.
Respecto a la economía mexicana, a finales de 2017 y a principios de 2018, esta siguió recuperándose, luego de haberse visto afectada por los desastres naturales ocurridos en el tercer trimestre de 2017.
En particular, la demanda externa continuó mostrando un elevado dinamismo, al tiempo que el consumo privado siguió presentando una tendencia positiva, si bien se observó cierta moderación en su ritmo de expansión. Asimismo, el mercado laboral continuó registrando un desempeño favorable durante los primeros meses de 2018.
En los primeros meses de 2018, la inflación en México exhibió una trayectoria descendente.
En marzo, la inflación general anual se ubicó en 5.04 por ciento, 1.74 puntos porcentuales por debajo de la registrada al cierre de 2017.
Este comportamiento reflejó las acciones de política monetaria y el desvanecimiento de los choques que la afectaron el año pasado.
El 8 de febrero de 2018, la Junta de Gobierno del Banco de México incrementó la tasa de interés objetivo a un día en 25 puntos base, para ubicarla en 7.50 por ciento.
Así, respecto al cierre de 2017, las tasas de bonos gubernamentales registraron incrementos en la parte corta de la curva de rendimientos, al tiempo que la parte larga de la curva se mantuvo relativamente estable. En el mismo periodo, el peso registró una apreciación de 7.4 por ciento.
Durante el periodo enero-marzo de 2018, el balance primario presentó un superávit de 41 mil 872 millones de pesos, el cual se compara con el déficit primario previsto en el programa de 36 mil 301 millones de pesos.
En el mismo periodo, el Balance Público presentó un déficit de 91 mil 937 millones de pesos, el cual es menor al previsto de 159 mil 872 millones de pesos. Ambos resultados se explican, en buena medida, por los mayores ingresos respecto al programa.
En el primer trimestre de 2018, los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP), la medida más amplia del balance del Sector Público Federal, registraron un déficit de 83 mil 373 millones de pesos, en línea con la meta anual de un déficit de 2.5 por ciento del PIB.
El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) al primer trimestre de 2018 fue de 42.4 por ciento del PIB.BP