Colima.- Con la finalidad de contribuir a conservar la salud mental de la población, el Congreso del Estado adicionó a la Ley de Salud del Estado de Colima el capítulo IV “De la Salud Mental”, que busca dar certidumbre jurídica en ese rubro, a través de la realización de acciones de salud pública que contribuyan a la prevención, tratamiento y rehabilitación en esa materia.
La salud mental se define como el bienestar biopsicosocial que experimenta de manera consciente una persona, como resultado de su buen funcionamiento en aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, que le permiten el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, trabajo y recreación. Es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo como ausencia de enfermedades.
El dictamen a favor de la adición, elaborado por las comisiones de Salud y Bienestar Social y la de Estudios Legislativos y Puntos Constitucionales, menciona también a la falta de salud mental incluye padecimientos como depresión, ansiedad, epilepsia, demencias, esquizofrenia y trastornos del desarrollo en la infancia, algunos de los cuales se han agravado en los últimos tiempos.
Cabe destacar un aspecto inherente a la política social, ya que la salud mental se relaciona al igual que la salud física, con la pobreza, donde la incidencia de estos padecimientos exige de los afectados mayor proporción de los pocos ingresos que generan, además de lo incapacitantes que resultan, que disminuyen o frenan el potencial de desarrollo de las personas y por tanto de los núcleos familiares.
Con la reforma legal, en el Estado de Colimase se debe reconocer a la salud mental como un derecho humano primordial, por lo que las autoridades implementarán políticas y programas que beneficien a la sociedad, permitiendo mejorar la vida y el bienestar mental de la sociedad colimense.
El documento con la reforma a la Ley de Salud del Estado de Colima, menciona que en la mayoría de países de ingresos bajos y medios, los servicios de salud mental sufren una grave escasez de recursos humanos y económicos, pues la mayoría de esos recursos se destinan a la atención y tratamiento de los enfermos mentales, y en una menor medida a un sistema integrado de salud mental.
“Consideramos que en lugar de proporcionar atención en grandes hospitales psiquiátricos, se debería integrar la salud mental en la asistencia primaria, ofrecer atención de salud mental en los hospitales generales y crear servicios comunitarios de salud mental”, se argumentó en el Pleno del Poder Legislativo de Colima.
Es preciso mencionar que el 18 de septiembre de 2017, la Comisión de Salud y Bienestar Social del Congreso del Estado recibió un informe del Foro Ciudadano de Salud Mental organizado por la Federación de Egresados de la Universidad de Colima, con las propuestas y conclusiones, documento que se analizó y consideró para enriquecer esta adición a la Ley de Salud.
La adición establece que para la promoción de la salud mental, el Gobierno del Estado deberá informar las acciones que procuran una vida saludable; realizar campañas que reduzcan factores de riesgo, colaborando en las mismas cuando sea requerido por otras instancias de gobierno o instituciones; participar en la atención a personas afectadas en situación de emergencia o desastre en la entidad, y llevar a cabo programas de salud mental, así como contribuir en su aplicación. BP