Por: J. Baldomero Díaz Gaytán
Los nuevos tiempos implican un cambio de cultura, pero también, un cambio de actitudes de todos los que forman parte de la compleja nomenclatura del poder.
Los gobernantes, los actores políticos y los medios de comunicación, todos, absolutamente todos, debemos de comprender las nuevas reglas de la política. Hoy, los representantes populares y los periodistas, estamos sujetos no sólo a las evaluaciones, sino a la crítica.
Y en este sentido, cabe mencionar un reporte publicado el martes pasado por AFmedios, en donde de manera documentada, se expuso que en poco más de dos meses, la actual Legislatura local, nos ha costado a los colimenses poco más de cuatro millones de pesos en salarios de los diputados, y hasta el momento, no se ha votado ninguna nueva ley elaborada o modificada a iniciativa de un legislador, por lo tanto, la productividad es de cero.
Y en respuesta, personas afines a los legisladores respondieron en redes sociales al Medio de comunicación, cuestionando molestos la razón de la crítica sustentada en datos duros y públicos.
Y es que pareciera que algunos de ellos creen que con asistir a las sesiones del Congreso hacen su trabajo, otros más, consideran que desquitan el sueldo con dar declaraciones a la prensa, mientras que algunos otros, optaron por defender lo indefendible y se llamaron acosados por los medios. El experimento es interesante, de aquí en adelante, hay que evaluar, en su justa dimensión, la productividad de todos, de los políticos y de los periodistas, aunque, con un asterisco muy favorable para los comunicadores en el debate, porque nosotros no cobramos dinero público.
Estamos viviendo nuevos tiempos. Los políticos, los de todos los partidos, tienen que dar resultados a la ciudadanía, tal y como lo dijo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador en su matutina rueda de prensa “todos los actores políticos estamos sujetos a la crítica y vamos a ser evaluados por los resultados de nuestras gestiones, es decir, por la productividad.
Y en el caso de los señores diputados del Congreso Federal, to los invito a que sepan entender los mensajes que dieron los mexicanos el pasado primero de julio, en donde los ciudadanos quieren ver a sus políticos sin sueldos ofensivos para la mayoría de la gente”.
Este es el nuevo México, el de los tiempos de la era digital, el México en donde la información se transmite de manera simultánea a todos los rincones gracias a las redes sociales. El México en donde las denuncias de los ciudadanos cuentan, el México en donde cada uno de los ciudadanos tiene las herramientas necesarias para convertirse en reporteros. La política vive nuevos tiempos, pero también son nuevas épocas para los medios de comunicación.
Según el reporte anual de Freedom House, México vive su peor momento en materia de libertad de expresión en los últimos veinte años. Pero: al mismo tiempo, el periodismo profesional e independiente avanza hacia grados superiores de especialización que vienen colocando la bandera democrática de la rendición de cuentas y los derechos humanos en el fundamento de su quehacer cotidiano.
El contraste es agudo: de un lado aparecen los gobiernos y muchos medios de comunicación articulados en discursos del poder y para el poder público y privado; del otro emergen verdaderos laboratorios informativos donde el periodismo reivindica sus orígenes anclados a la libertad de prensa y el derecho a saber, al tiempo que incorpora saberes y formatos inéditos en las formas de interpretar la noticia.
Señoras y señores, son nuevos tiempos para la política, pero también, son nuevos tiempos para el periodismo.
A los políticos les toca ser productivos en el ejercicio del poder y a los periodistas nos corresponde mantener bien informados a los ciudadanos. La ecuación, sin duda, parece compleja, pero es indispensable para la construcción de un nuevo México. Por ello, en Punto (.) Rojo aceptamos el reto de seguir aportando, porque siempre lo hemos dicho, nos gusta construir en medio de los disensos.
MIS POSTDATAS DE ESTE DIA
P. D. 1.- Hay que anotar el nombre de José Alberto Ojeda Hernández en la agenda política del futuro. El ex director de Programas Sociales en el gobierno de Gabriela Benavides podría, antes de lo que canta un gallo, ser invitado a colaborar en la administración del gobernador José Ignacio Peralta Sánchez.
P. D. 2.- Siguen renunciando algunos de los que ocuparon cargos federales en el estado de Colima. Por ejemplo, ayer trascendió que Roberto Barbosa López, quien fuera jefe de la oficina de la Secretaría del Trabajo, recibió su liquidación. La pregunta entre la clase política es ¿quién será el siguiente despedido?
P. D. 3.- En Manzanillo, se está gestando una interesante alianza entre actores políticos del Partido del Trabajo y activistas ciudadanos identificados con el Partido Revolucionario Institucional. Hay que estar atentos a lo que suceda en el puerto, en donde muchos panistas y príistas se están incorporando a las filas de los partidos gobernantes.
P. D. 4.- Una fuente de Morena a nivel nacional me confió un dato revelador: Los delegados federales que tienen trabajos técnicos especializados y con carrera acreditada en el servicio público difícilmente van a ser removidos. Los que ya se están yendo a su casa son los políticos que tenían cargos por pagos de favores. Hay que recordar los nombres de los que ya se fueron: Carlos Cruz (Sedesol), Sergio Sánchez (Semarnat), Rafael Martínez (Sedatu) y Roberto Barbosa (Trabajo), los cuatro son políticos profesionales.
Y ni una línea más.