“Aún es posible seguir pensando en la educación como eje de justicia social”

“Es posible seguir pensando que la educación es la posibilidad de construir una sociedad más justa y un mundo muy distinto al que ahora tenemos”, afirmó el coordinador general de Docencia de la Universidad de Colima, Juan Carlos Yáñez Velazco, al presentar su libro Figuras y paisajes de la educación, obra que reúne una serie de artículos publicados por el autor en el periódico El Comentario de 2008 a 2010.

Al hablar de su obra, ante un nutrido público congregado en la Pinacoteca Universitaria, donde estaban el rector de la U de C, Miguel Ángel Aguayo López, y los comentaristas del libro, Federico Rangel Lozano, secretario de Educación estatal, y Luis Porter, experto en temas educativos, Juan Carlos Yáñez dijo que su libro es un testimonio de una trayectoria que ha desarrollado en más de veinte años en los campos de la educación, principalmente en la Universidad colimense.

Al hacer uso de la voz, Federico Rangel dijo que la recopilación muestra una capacidad de síntesis que pone de manifiesto a un autor que conoce y es estudioso del tema educativo y que ofrece además una serie de textos escritos de manera corta y directa pero con gran lucidez, “una gran capacidad de reflexión que nos invita a cuestionarnos a quienes nos apasiona la educación como tema de estudio”.

De esta manera, el titular de educación en el estado aseguró que la nueva pieza editorial, además de la reflexión, “invita de manera provocadora” a que valoremos nuestra realidad educativa y a que tengamos siempre en claro que el eje central del proceso educativo son las personas.

“Al final nos queda claro que está de manifiesto el amor por la docencia, el deseo de mejorar, de aportar, de proponer, de no quedarnos en simples espectadores y de prepararnos cada vez más”, puntualizó el secretario.

Derivado de las reflexiones que provoca el libro, Rangel Lozano aseguró que la escuela no debe estar separada de la sociedad por un horario sino que la escuela debe ser la vida misma. Recordó, igualmente, cómo Yáñez Velazco aborda en su libro la visión inteligente e inspiradora de grandes educadores que surgen para dar rumbo en momentos de penumbra e incertidumbre; “una de esas visiones inteligentes es la del propio autor, una visión inteligente, lúcida y que nos invita a reflexionar. La considero una valiosa aportación al tema educativo”.

Por su parte, el distinguido investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Luis Porter reflexionó en su intervención sobre lo que pasa en la dinámica de un docente que desarrolla el compromiso de escribir un texto periódicamente para un medio de comunicación impreso, ya que él mismo se ha dedicado muchos años a esta labor y añadió que desarrolla en el columnista una hipersensibilidad a los temas del momento, además de crear una red desconocida de lectores.

“Hay allí un hecho concreto en el que yo relaciono el concepto de educar como alimentar. La metáfora de educar como alimentar me gusta mucho porque se educa para la vida y el alimento espiritual e intelectual en nuestro mundo académico es a través de la palabra. Una columna semanal se parece mucho a esa gota que cae y va dejando huella y abriendo camino”, manifestó el experto.

Además de señalar que la publicación de una columna en prensa escrita es un acto amoroso, el académico dijo que a diferencia de la columna semanal como testimonio que se va dispersando y aparentemente perdiendo en el tiempo, la columna hecha libro constituye un torrente de palabras que a manera de un caleidoscopio permite “armar una nueva visión que no habríamos podido obtener con la lectura aislada”.

En su intervención el autor de la obra, Yáñez Velazco relató que la idea de su obra surgió hace cuatro años con la intención de construir un proyecto periodístico que no terminara en la colaboración semanal, por lo que empezó a publicar esta serie de artículos en el periódico El Comentario con la idea de materializarlos en un libro hasta que en 2010 decidió articular el proyecto editorial con lo que hasta entonces había publicado.

Agradeció en el proceso de revisión al catedrático de la Facultad de Letras y Comunicación, Rubén Carrillo Ruiz, quien hizo la corrección de estilo y después de observaciones y sugerencias lo alentó a ver un libro en ese material periodístico. A lo anterior añadió que envió los textos a una editorial de la Ciudad de México pero al final desistió con la intención de que el libro fuera publicado con el sello de la Universidad de Colima.

Señaló también que su obra contiene una postura pedagógica con la que en ocasiones se disiente mucho pero, y citando al investigador educativo Pablo Latapí, “el que no piensa como yo me ayuda y creo que esa es una frase fundamental cuando uno se mueve en el campo de la educación”.

Después de manifestar su convicción acerca de la educación como un derecho y un bien público más que como una mercancía, el funcionario de la U de C aseveró que su nueva pieza editorial es un registro de la manera en que vivió algunos acontecimientos, además de una bitácora de las lecturas que hacía mientras preparaba algunas conferencias y su tesis de doctorado.

“Es también un tributo a gente de enorme valía que he conocido en estos 20 años, muchos de ellos que tuve la fortuna de conocer en persona y fueron mis maestros, Pablo Latapí, Luis Porter, Juan Miguel Batalloso entre otros que fueron un faro no sólo en la pedagogía sino en la manera de entender la vida”, expuso el autor.

De Figuras y paisajes de la educación dice Luis Porter en el prólogo: “Un libro que reúne las reflexiones del educador alerta es un artefacto que nos mantiene unidos en el diálogo, nos invita a formar parte de esa ‘red de conversaciones’ que integra. En este caso es un ramillete de artículos formados por palabras donde el autor une reflexión teórica con ilustración útil. De esta manera fue construyendo el itinerario de este libro, sumando ideas, sin otro rumbo que compartirlas…”

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