En días pasados, en la Pinacoteca Universitaria se presentó el libro “Mujeres indígenas en defensa de la tierra”, de la profesora universitaria Aimé Tapia González, evento que convocaron el Centro Universitario de Estudios de Género (CUEG) de la UdeC y la Asociación Colimense de Universitarias, A.C.
Este libro se publicó por Ediciones Cátedra, de Madrid, España, casa editorial reconocida en 1997 con el Premio Nacional a la mejor Labor Editorial y que publica más de 15 colecciones, entre ellas “Feminismos”, dirigida y coordinada por la filósofa Alicia Puleo, de la Universidad de Valladolid, de la cual este libro forma parte.
Esa colección incluye autoras como Simone de Beauvoir, Mary Wollstonecraft, Betty Friedan, Kate Millet, Judith Butler, Celia Amorós, Cynthia Enloe, Ana de Miguel, Maxine Molyneux y Lila Abu-Lughod.
Aimé Tapia dijo que duró más de cinco años haciendo esta investigación, por lo cual es el resultado de mucho esfuerzo y trabajo. En su conjunto, dijo, “es un trabajo que abre en muchos sentidos camino donde no se había hecho”.
La autora recordó que la inquietud de abordar este tema le surgió a raíz de dos personas, el primero Luis Villoro, quien llevó a todo su grupo de maestría “a las comunidades zapatistas a construir una escuela, a vivir el trabajo, a ver la vida desde otro enfoque”, lo cual a ella le cambió la vida, afirmó.
La segunda, la filósofa mexicana Fernanda Navarro, “mujer muy comprometida con las mujeres indígenas”. Con esa experiencia, la autora se planteó el reto de realizar una investigación desde la filosofía y por ello decidió dedicar estos años de su vida a “aprender de las más humilladas y de las más vencidas”.
Por su parte, Karla Kae Kral, quien participó como comentarista del libro, señaló que la lectura del mismo “es sumamente inspiradora, tiene un estilo bastante ameno”, por lo cual recomendó su lectura. Asimismo, relató que los diferentes capítulos que lo integran “desarrollan una mirada profunda y específica sobre las cosmovisiones de mujeres en diferentes grupos indígenas en América Latina, esto en relación con el papel de mujeres y hombres en la sociedad y ante la crisis socioambiental que estamos viviendo”.
Añadió que la lectura sumerge a sus lectores en los mundos de Abya Yala, expresión del pueblo Kuna para designar al continente americano antes de la llegada de Cristóbal Colón y de otros colonizadores, y de Pachamama o Madre tierra, de los quechuas.
Agregó que el último de los capítulos “presenta varios estudios de casos de movilizaciones por parte de mujeres indígenas al enfrentar la destrucción del medio ambiente debido a las estrategias del neoliberalismo, la construcción de represas, la industria maderera, la minería, etc.”.
Por su parte, Cristina Tapia Muro resaltó que “es un libro potente, crítico y lleno de esperanza. Potente, porque transita desde el lenguaje y los enfoques teóricos hasta las experiencias de mujeres indígenas que encarnan la ética denominada nosotros-céntrica, tejiendo una relación de interdependencia con otros/as y con la naturaleza”.
Es crítico porque “reconoce no sólo la profundidad de los planteamientos y prácticas indígenas sino también los retos que éstas enfrentan en la cotidianidad y los peligros de la visión romántica que puede generarse al observar otras realidades”. Por último, está lleno de esperanza por “la belleza que emerge de una cosmovisión caracterizada por la solidaridad, el diálogo y las acciones valientes de mujeres”.
La autora Aimé Tapia agradeció al Centro Universitario de Estudios de Género y a la Asociación Colimense de Universitarias porque siempre le han brindado apoyo en diferentes proyectos, y añadió que es difícil encontrar reconocimiento del trabajo “cuando se elige precisamente estudiar los ámbitos más despreciados dentro de las disciplinas científicas. Trabajar mujeres indígenas en Filosofía, feminismos indígenas, dentro de la teoría feminista, es escoger las voces menos escuchadas”.
En este evento estuvo presente, como moderadora, Azucena Evangelista Salazar, directora del Centro Universitario de Estudios de Género de la Universidad de Colima.