Para la directora general de Educación Superior Universitaria de la SEP, Carmen Rodríguez Armenta, “un valor fundamental de la educación superior tiene que ver con las autonomías. Al gobierno federal y a la Secretaría de Educación Pública nos queda muy claro que la autonomía, en una institución educativa de orden superior, te permite abonar al nuevo conocimiento, a la libertad de cátedra y al desarrollo de las comunidades”.
Entrevistada durante la LII Sesión Ordinaria del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA), realizada el pasado viernes en el campus “El Naranjo” de la Universidad de Colima, en Manzanillo, la funcionaria federal añadió que “las autonomías son importantes para las comunidades universitarias, como lo es el mismo hecho de que las reformas de sus leyes orgánicas emanen de la comunidad; esto es, que no sea una instancia externa, persona o grupo, quienes decidan tales leyes, sino la propia comunidad”.
Tanto en sus intervenciones durante la reunión del CUPIA como en la entrevista, Carmen Rodríguez insistió en que a este nuevo gobierno le interesa estar consultando de manera constante a los ciudadanos y a los académicos, en el caso de la educación superior, “para que todas las acciones y nuestros actos de gobierno tengan una correspondencia; es decir, que la transformación de la educación superior del país se dé con las académicas y los académicos; no sea desde el gobierno sino con ellas y ellos”.
Habló también de la necesidad de vincular los tres niveles educativos: el básico, el medio superior y el superior, para que las deficiencias no se atribuyan siempre al nivel previo al que se va a cursar; “tenemos que identificar el tipo de mexicano y mexicana que queremos formar y cómo queremos que nuestros egresados lleguen al nivel superior, educarlos desde el nivel básico para que tengan, por ejemplo, cuestiones de valores, ética, de responsabilidad y honestidad, porque si no, cuando lleguen a la media superior van a tener una carencia”.
Rodríguez Armenta explicó los cinco ejes en los que trabaja la Subsecretaría de Educación Superior para transformar la educación en el país.
El primero es el compromiso social de las Instituciones de Educación Superior; esto es, como las universidades son fundamentales para el desarrollo de sus regiones, “entonces es importante que exista una vinculación permanente entre la universidad y su región, entre la universidad y su comunidad. No es nada más llegar y colocar un campus, sino que ese campus tenga una interacción sobre lo que ahí sucede, lo que su comunidad necesita”.
El eje dos es la cobertura. En este tema quieren llegar a un 50 por ciento en 2024, cuidando siempre los estados del sur, donde hay mayores direrencias económicas. El tercero es el financiamiento, tema que se relaciona, dijo, con la gratuidad de la educación superior; “para que la educación superior sea gratuita y las universidades dejen de cobrar cuotas, sin duda se requiere que el gobierno federal y el estatal también (porque hay una corresponsabilidad de los estados) puedan otorgar recursos de manera regularizable en el tiempo, sostenible, y además suficiente, para que entonces la cobertura pueda darse a través de un financiamiento que no tenga que estarse peleando cada año”, para preocuparse sólo por la calidad educativa.
El cuarto eje es la transformación de la educación superior, que implica capacitar a los docentes para generar en las aulas un ambiente en el que pueda crearse el conocimiento, “para que nuestros estudiantes tengan, al egresar, elementos que son importantes para este siglo XXI, como el trabajo en equipo y la flexibilidad cognitiva, porque lo que aprendimos hoy, mañana lo tenemos que reaprender”.
“Lo que queremos –enfatizó– es que cuando un chico salga de las aulas sea distinto al que entró, que salga con gran capacidad y la intención de aprender cosas nuevas, porque el aprendizaje es siempre a lo largo de la vida”.
El último es la gobernanza, “en la que el gobierno no impone cosas sino por el contrario, escucha a su comunidad para que se puedan generar las acciones conjuntas”.
Comentó también que en el caso de lo sucedido con algunas universidades, como fue el de la llamada estafa maestra, “a quienes deberían castigar es a los funcionarios, no a las universidades. Las universidades públicas tienen un gran prestigio social, gracias a ellas muchos pudimos aprender cosas nuevas y mejorar nuestra condición de vida. Eso hay que tenerlo en cuenta, porque las universidades rinden cuentas, y afortunadamente la UdeC, lo puedo decir, está en la plataforma de la SEP y ha cumplido en tiempo”.
Agregó que “todos los documentos que hemos solicitado, sobre transparencia, sobre rendición de cuentas, la Universidad de Colima lo ha entregado”. En este tema invitó a los ciudadanos a que consulten la página http://sep.subsidioentransparencia.mx/, en la que pueden ver cuánto recurso se le entrega a cada universidad por parte del gobierno federal y el de los estados, y además si se ha cumplido o no con el aporte de recursos.
Por último, dijo que “en esta transformación que estamos buscando de la educación superior, los y las colimenses tienen mucho que decir”.