Colima.- Lo que ha sucedido entre Lobos BUAP y Juárez FC, al intercambiar sus plazas, tiene un historial muy amplio en el futbol mexicano, pues la compra de franquicias o pagar para que los equipos descendidos permanezcan en el máximo circuito o en la categoría de plata se ha hecho en repetidas ocasiones.
AFmedios te presenta un recuento de los equipos que han utilizado este recurso, comenzamos con lo que será este Apertura 2019.
Desde mayo había trascendido que Juárez- quien quedó en penúltimo lugar del Ascenso Mx- compraría la franquicia de Lobos BUAP de la Liga Mx.
En aquella ocasión, la Benemérita dio a conocer un comunicado que no había tal negociación:
“La Directiva del Club Lobos BUAP desmiente cualquier versión relacionada con una supuesta venta o mudanza del equipo a inversionistas de Ciudad Juárez, o cualquier otro Estado, refirió la directiva mediante un comunicado”.
Sin embargo llegado el mes de junio, el rumor de la compra-venta fue adquiriendo fuerza, previo a la Reunión Anual del Futbol Mexicano, ahí el martes 11 de junio el presidente de la Liga Mx, confirmó lo que tanto se había especulado: que Juárez había comprado la franquicia de Lobos BUAP y por lo tanto jugará la máxima categoría en el Apertura 2019.
Mientras que los poblanos pasaran al Ascenso Mx, pero la franquicia estará congelada un año hasta que estos presenten un proyecto viable.
Previo a esta situación, también en el mes de mayo del año en curso, los equipos de Veracruz de la Liga Mx y TM Futbol Club del Ascenso Mx, desembolsaron dinero para pagar lo correspondiente a la Federación Mexicana de Futbol y no descender a la categoría previa.
Tras descender en el Clausura 2018, Lobos BUAP recibió la aprobación de la consultora Ernest & Young para pagar los 120 millones de pesos para permanecer en Primera División.
Atlante, es otro de los equipos que condicionó su salvación luego de ceder a la Federación Mexicana de Futbol el Centro Pegaso, que ahora se conoce como Centro de Alto Rendimiento y es donde entrena la Selección Mexicana.
La FMF perdonó los 5 millones de dólares que los Potros debían pagar por ganar la promoción al Veracruz, misma que le permitió seguir en la máxima categoría.
Puebla también hizo uso de esta oportunidad de ‘salvarse’. Los camoteros no lograron evitar el último lugar de la tabla porcentual en 1999 y los dueños decidieron comprar al Curtidores, quien se había coronado en el ascenso.
Querétaro regresó a la Primera división en el 2002 luego de ocho años, tras comprar la franquicia de La Piedad, sin embargo, poco fue el tiempo que duraron en la máxima categoría, pues descendieron en el 2004.
El 2013 trajo una polémica triangulación, nunca antes vista en el futbol mexicano. Querétaro mantuvo la permanencia al comprar las acciones de Jaguares, sin embargo, la franquicia de San Luis se mudó a Chiapas para que esa sede no se quedara sin balompié.
Veracruz, que había perdido la categoría en el 2008, adquirió a Reboceros, escuadra que se coronó en la división de ascenso y así regresó el futbol profesional al puerto.
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