Diferencias

¿QUÉ VIENE?
Por: SEAN OSMIN HAMUD RUIZ

En todo este tiempo que diversos medios me han permitido compartir mi opinión respecto a la circunstancia local o nacional, vanidosamente había plasmado mis ideas y mis conceptos.Hoy tuve la fabulosa oportunidad de convivir con varios amigos de diversas edades, vocaciones, grados académicos, historias familiares, etc., y me hicieron el grandísimo favor de escucharme, pero al mismo tiempo, enriquecerme con sus percepciones y pronósticos acerca de la situación que actualmente tenemos en el país.

Encontrar las diferencias es el ejercicio más sencillo, los tiempos actuales casi nos obligan a disentir. Ya sabemos, o somos chairos o fifis. Lo interesante es encontrar puntos en común, que nos hablan de las diversas perspectivas del entorno, pero también de las distintas posturas sobre el acontecer actual.

Nadie estamos de acuerdo con lo que está sucediendo.
Desde la esperanza, hasta quien sugiere dejar de pagar impuestos o, peor, tomar las armas.

Volver a insistir en las incongruencias, en las novatadas, en las pesarosas prácticas cotidianas de la T4, resulta repetitivo, cansado.

Vuelvo a llamar la atención en un sentido propositivo, preocupado y ocupado en el devenir, que por mejores esfuerzos que se hagan, no se siente positivo.

Quejarse y volverse a quejar tampoco aporta realmente, mucho menos resuelve.
Acción, lo que necesitamos es acción. Y ubicándonos.

Aquel slogan de “Think globaly, act localy”, “piensa global, actúa local”, creo que en nuestra situación, nunca había aplicado de forma tan directa.

¿Crees que yo pueda ser un buen candidato a alguna posición de elección popular?

¡Apóyame!

¿Crees que tú puedas ser un buen candidato a alguna posición de elección popular?

¡Manifiéstate!

¿Crees que tu jefe, vecino, compañero de trabajo, amigo, pariente, puede ser un buen candidato a alguna posición de elección popular? ¡Destápalo!

La historia, la estadística, nos enseña que las oportunidades se dan a un tiempo y son irrepetibles.

Otra vez, como disco rayado, cada quién, desde su trinchera, debe. Hagamos.