El vitiligo, padecimiento de la piel, aparece por lo general en la infancia y la adultez, aunque el 50% de los pacientes que manifiestan los síntomas, tienen 20 años de edad y su incidencia disminuye conforme aumenta la edad, siendo raro que inicie después de los 50 años de edad.
El vitiligo es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de manchas blancas (sin coloración) de menor o mayor extensión y en diferentes partes del cuerpo, aunque comúnmente surge alrededor de ojos y boca, cerca de los oídos, en los genitales o en manos, codos, rodillas y algunas veces en el cabello.
Este padecimiento puede estar relacionado con un trastorno en el sistema inmunitario, con antecedentes familiares (hereditario) o, con una quemadura solar, un episodio de estrés o la exposición a productos químicos industriales.
Este problema también se registra por genética, ya que del 10 al 30% de estos pacientes tienen antecedentes familiares, por lo que las personas que tienen mayor probabilidad de presentarlo, son aquellas cuyos padres lo hayan tenido o que padezcan alguna enfermedad autoinmune o hipertiroidismo.
En México, la enfermedad ocupa entre el tercero y quinto lugares de todas las dermatosis y representa de dos a cuatro puntos porcentuales del total de los pacientes dermatológicos.
En cuanto al tratamiento farmacológico, en pacientes de recién inicio se trata con un esteroide tópico potente o muy potente; mientras que en adultos, el medicamento pimecrolimus tópico es una alternativa, sobre todo en lesiones localizadas en cabeza, cuello y genitales.
También se puede aplicar el tratamiento sistémico oral, la fotoquimioterapia y la cirugía; además, de manera adicional deben proporcionarse intervenciones psicológicas a los pacientes con vitiligo.