El terrorismo azotó Noruega el viernes cuando una bomba perforó edificios, incluida la oficina del primer ministro, al tiempo que un hombre abrió fuego en un campamento juvenil en los peores ataques al país desde la Segunda Guerra Mundial.
Al menos siete personas murieron en la explosión, mientras que un testigo reportó haber visto entre 20 y 25 cadáveres entre los jóvenes baleados en el campamento del Partido Laborista en Utoya, una isla en las afueras de Oslo.
Un sospechoso del tiroteo fue arrestado, señaló el inspector policial Bjoern Erik Sem-Jacobsen. El atacante estaba uniformado como policía, agregó.
El testigo Andre Scheie dijo haber visto cadáveres en las costas de Utoya.
«Hay muchos muertos en la costa… hay entre 20 y 25 fallecidos», afirmó en declaraciones a la televisora NRK, y agregó que vio gente muerta en el agua.
El jefe de policía interino Sveinung Sponheim le dijo NRK que los investigadores sospechan que los dos ataques están relacionados entre sí.
La plaza del atentado en Oslo, donde se entregan los premios Nobel de la Paz, estaba cubierta con metal retorcido, vidrios rotos y documentos expulsados de edificios cercanos, que albergan oficinas gubernamentales y algunos de los periódicos más importantes de Noruega. La mayoría de las ventanas en el edificio de 20 pisos donde laboran el primer ministro Jens Stoltenberg y su administración estaban destrozadas.
Stoltenberg estaba trabajando en su casa y resultó ileso, informó su asesor Oivind Ostang.
La televisora NRK mostró un video de un automóvil ennegrecido volteado en medio de los escombros. Un reportero de The Associated Press que estaba en la oficina de la agencia de noticias noruega NTB dijo que la explosión estremeció el edificio y que todos los empleados fueron evacuados. En la calle vio una persona sangrando de la pierna mientras la ayudaban a salir del lugar.
La policía de Oslo dijo que la explosión fue causada por «una o más bombas», pero no quiso hacer conjeturas sobre quiénes podrían estar detrás del ataque. Luego, la policía cerró las oficinas de la televisora TV 2 después de descubrir un paquete sospechoso.
En Utoya, un hombre baleó a varios jóvenes, dijo el portavoz del partido Por Gunnar Dahl a la AP. La explosión ocurrió a las 3:30 de la tarde (1330 GMT).
El testigo Ole Tommy Pedersen estaba de pie en la parada de un autobús a unos 100 metros (109 yardas) del edificio cuando vio cómo la detonación destruía casi todos sus cristales. Indicó también que una columna de humo se elevaba de los pisos inferiores.
«Vi a tres o cuatro personas siendo trasladadas fuera del edificio unos minutos después», señaló Pedersen a la AP.
El presidente estadounidense Barack Obama expresó condolencias por el ataque y dijo que era un recordatorio de que el mundo tiene un papel que desempeñar en la prevención del terrorismo.
La embajada de Noruega advirtió a los norteamericanos que evitaran visitar el centro de Oslo.
Heide Bronke Fulton, vocera del Departamento de Estado en Washington, calificó el acto como «despreciable». Agregó que no se tenía confirmación de víctimas estadounidenses.
Estados Unidos le ha ofrecido ayuda a las autoridades noruegas pero no ha habido pedidos específicos de asistencia, dijo.