Colima.- Zenén Campos Beas, presidente de la Federación del Transporte Urbano y Suburbano del Estado de Colima, informó que continúan en negociaciones sobre las dos propuestas que mejorarían la seguridad en las unidades del estado y que esta tarde podrían entablar una reunión con autoridades gubernamentales.
La primera de ellas es el proyecto Frida para taxis y el segundo la instalación de cámaras de videovigilancia en los camiones urbanos, medidas con las cuales se busca mejorar los niveles de seguridad que se ofrecen.
Sobre el proyecto Frida explicó que se trata de códigos QR vinculados a los datos del conductor: nombre, número de permiso, placas, sitio, etcétera, de manera que los usuarios puedan identificar quién conduce la unidad y puedan enviar estos datos en caso de emergencia.
“En este sistema, el mismo pasajero, en su celular tiene un botón de pánico a la hora que graba al conductor”.
Campos Beas explicó que al iniciar un turno, los choferes deberán escanear el código para grabar sus datos, y en caso de una emergencia, tanto pasajeros como conductores podrían enviar alertas a la base de taxis, al 911, al C4 o C5.
Al respecto se hicieron pruebas con aproximadamente 100 taxis de la CNOP y la empresa de Servicio Especializado y Transporte en General, unidades que traerán una calcomanía en la parte trasera con la leyenda “Taxi Seguro”.
El líder de los transportistas recordó que, paralelo al proyecto Frida, comenzaron la instalación de botones de pánico en las unidades desde mayo; detalló que faltan aproximadamente 100 unidades para lograr un total de 500 a 570 unidades con este sistema.
El otro proyecto son los créditos blandos con el Sefidec para la instalación de cámaras de videovigilancia al interior y exterior de las unidades de transporte público, con las cuales se pretende cubrir varios aspectos: ofrecer pruebas en caso de accidentes, tener registros de personas en caso de incidentes violentos, reducir agresiones sexuales en contra de mujeres en las unidades.
Recordó que trabajan de la mano con Moisés Hernández de la Universidad de Colima, quien modificó las cámaras para que éstas no se sobrecalentaran y pudieran ser funcionales en una jornada de trabajo normal de los camiones urbanos.
Reiteró que se necesitan los créditos blandos por concesión para poder hacerse del equipo, los cuales ascenderían aproximadamente a 31 mil pesos. Sin embargo, ya con la compra de las cámaras, la instalación, el seguimiento y reacondicionamiento físico, mecánico y de seguridad en cada camión, podrían ascender a 100 o 150 mil pesos.
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