Aguascalientes.- En México, 66 de cada 100 mujeres de 15 años y más han experimentado al menos un acto de violencia, ya sea física, sexual, económica, patrimonial o discriminación laboral, lo que significa 30.7 millones de mujeres sujetas a actos violentos y discriminatorios alguna vez, a lo largo de su vida.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía precisó que esta violencia ha sido ejercida principalmente por la pareja (esposo o novio), familiares, compañeros de escuela o de trabajo, autoridades, amigos, vecinos, conocidos y extraños.
Los resultados de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH ) determinaron y afirmaron la prevalencia de la violencia entre las mujeres de 15 años y más, “la violencia contra las mujeres es un problema de gran dimensión y una práctica social ampliamente extendida en todo el país”.
Tipos de violencia
Los datos destacan dos características de la violencia contra las mujeres en el país: primero, no se trata de una realidad que se ubique solo en algún lugar de la República, sino que se extiende; segundo, se trata de un patrón general pues, en todas las entidades, más de la mitad de las mujeres ha experimentado agresiones de tipo emocional, sexual, físico o económico.
Asimismo, 20.8 millones de mujeres (44.8%) señalaron que al menos una de estas agresiones ocurrió en los 12 meses anteriores a la entrevista, es decir entre octubre de 2015 y octubre de 2016.
Así, 10.8 millones de mujeres fueron sometidas a algún tipo de intimidación, hostigamiento, acoso o abuso sexual, que van desde señalamientos obscenos, que las hayan seguido en la calle para intimidarlas sexualmente, que les hayan hecho propuestas de tipo sexual o bien que directamente las hayan manoseado sin su consentimiento o hasta que las hayan violado.
Los datos del ENDIREH indican que el 43.9 por ciento de las mujeres que tienen o tuvieron al menos una relación de pareja –de cohabitación por medio del matrimonio, unión de hecho, relación de pareja o noviazgo sin vivir juntos- ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación.
Por otra parte, la mitad de las mujeres (53.1%) sufrió violencia por parte de algún agresor distinto a la pareja, ya sea en el trabajo, la escuela, algún lugar público, ya sea por compañeros de la escuela o del trabajo, maestros, autoridades o patrones, familiares, conocidos, o extraños en diferentes espacios.
En cuanto a la violencia que experimentaron las mujeres en los 12 meses anteriores a la encuesta, entre octubre de 2015 y octubre de 2016, 45 de cada 100 mujeres fueron víctima de algún acto violento, principalmente de tipo emocional, sexual y discriminación en sus centros de trabajo.
En el caso de la violencia emocional el perpetrador es principalmente la pareja o ex-pareja última, mientras que la violencia sexual ha sido ejercida por diversos agresores distintos a la pareja.
Las más jóvenes, las más expuestas
Las mujeres que se encuentran más expuestas a la violencia de la pareja o de cualquier otro agresor son las mujeres jóvenes y de edades medias entre 20 y 39 años, particularmente entre aquellas de 20 a 34 años, ya que 70 de cada 100 mujeres de esas edades han enfrentado al menos un episodio de violencia o abuso.
Es particularmente relevante la violencia sexual que han enfrentado las mujeres jóvenes entre 18 y 29 años; en estos grupos, la mitad de ellas ha sido agredida sexualmente. Asimismo, las niñas de 15 a 17 años presentan niveles muy altos de violencia sexual, emocional y física y, a su edad, ya han sido víctimas de abusos de diversa índole.
Múltiples violencias, diversos agresores
Para analizar las agresiones el ENDIREH agrupó los tipos de violencia en tres: de pareja, de otros agresores (violencia en la escuela, trabajo, comunitaria, familia) y discriminación en el trabajo.
Ello permite señalar que, si bien en general 66 de cada 100 mujeres fueron víctima, al menos una vez, de cualquier tipo de abusos, incluyendo la discriminación, al combinar las dimensiones que lo integran, se aprecia que el 34.7 por ciento de ellas ha recibido agresiones solo de la pareja (13 de cada 100), o solo de otro agresor (20.0 de cada 100), o una menor proporción (1.7%) solo fue discriminada en el trabajo. El restante 31.4 por ciento ha sido violentada por distintos agresores, incluyendo a su pareja o ex-pareja.
Es decir, del total de mujeres con violencia al menos una vez en su vida en cualquier ámbito, el 52.5 por ciento solo fue agredida por un tipo de agresor; mientras que el restante 47.5 por ciento por diferentes tipos de agresores.
Violencia Feminicida
En el trienio de 2016-2018, se registró el fallecimiento de 2 millones 111 mil 421 personas, de las cuales 43.8 por ciento eran mujeres. De estas defunciones, las ocurridas por causas accidentales y violentas ascendieron en promedio anual a 73 mil 768 personas, es decir uno de cada 10 decesos fue por causas accidentales o violentas.
En 2016, el 35.9 por ciento de estas defunciones fue por agresiones intencionales, en tanto que para 2018, ascendieron a 47.0 por ciento, revirtiendo la tendencia de los últimos 28 años, en la cual las muertes accidentales representaban más de la mitad de las muertes por causas externas.
De las muertes accidentales y violentas registradas en 2018, 44.3 por ciento se debió a causas accidentales y 55.7 por ciento (43 mil 493 personas), fallecieron por la violencia intencional infligida en su contra por otras personas o por sí mismas, con la intención de provocar un daño letal.
El número de mujeres asesinadas durante 2018 es el más alto registrado en los últimos 29 años -1990 a 2018- por encima de los registrados en 2009 (mil 925), que representa el año en que se rompió el umbral de los 1,623 registrados en 1992 que fue el más alto del periodo de 1990 a 2008.
En 10 años 2009-2018, se duplicó el número histórico de mil 623 mujeres fallecidas por agresiones intencionales.
Entre 2016 y 2018, en promedio, diariamente murieron ocho mujeres en 2016, nueve en 2017 y en 2018 fallecieron 10, por agresiones intencionales.
Tanto en términos absolutos como relativos, en 2018 se registró la mayor cantidad de mujeres asesinadas en el país en los últimos 29 años (tres mil 752), que comparado con 2017 (tres mil 430) representa un incremento de 8.6 por ciento y con respecto a 2016 (2,813), el incremento es de 25.0 por ciento.
La saña, distintivo de la violencia feminicida
Los datos muestran que las mujeres son asesinadas con mayor violencia y saña, en eventos donde se utilizan medios que producen mayor dolor, prolongan su sufrimiento antes de morir y sobre todo conllevan la aplicación de la fuerza corporal para someterlas.
De acuerdo con la información disponible sobre el medio o arma utilizada para causar la muerte de la persona, se aprecia que el medio más utilizado son las armas de fuego. Sin embargo, existe una diferencia relevante por sexo, ya que mientras los homicidios contra los hombres han sido perpetrados en su mayoría con arma de fuego, en el orden de 72 de cada 100 de ellos en 2018, entre las mujeres fue de 57.2 por ciento.
En cambio, 30 de cada 100 mujeres fue estrangulada, ahorcada o sofocada, ahogada, quemada, golpeada con algún objeto o herida con un arma punzocortante; la proporción es mayor que entre los hombres (18.3%).
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