Colima.- Ernesto López Portillo Vargas, director del Instituto para la Seguridad y la Democracia (INSYDE), dijo en entrevista con AFmedios que si se sube a la ‘arena’ electoral el tema de inseguridad, (entre la ciudadanía) se generará más el tema de la percepción de inseguridad.
Y es que el próximo año a nivel nacional se elegirá el presidente de la República y a nivel estado las senadurías, alcaldías, diputaciones federales y locales.
A decir de López Portillo Vargas, si los políticos utilizan el tema de inseguridad y la violencia para discutir políticamente y buscar auditorios, eso sí generará inseguridad, ya que creará confusión, incertidumbre y temor en la ciudadanía.
“Ya que los políticos se envían mensajes que acreditan el otro y ponen al ciudadano en medio quien al final la paga”, aseguró.
INSTITUCIONES POLICÍACAS EN LA “ORFANDAD POLÍTICA”
Además dio a conocer que en todo el país existe un problema severo con instituciones policiales a nivel nacional y habrá que entender que este problema, antes de culpar a las instituciones policiales del problema hay que responsabilizar al régimen político.
Y es que el estado que tienen las instituciones policiales, es producto de una decisión política que se ha repetida a lo largo de la historia de no apoyar a un proceso de profesionalización serio.
De tal manera afirmó que la corrupción en instituciones policíacas radica que fue dejada en una “orfandad política”.
“En el sentido de que viera lo que hiciera como pudiera hacerse de recursos, eso abrió la puerta para que la policía se convirtiera en una institución que a veces protege a ciudadanos y a veces a los delincuentes y eso es un problema gravísimo a nivel nacional”, abundó.
Explicó que no siendo así en las fuerzas armadas y el servicio exterior de carrera, quienes han tenido recursos financieros.
El director del INSYDE, dijo que desde 1995 cuando funciona el Sistema Nacional de Seguridad Pública se han hecho esfuerzos con pocos resultados:
“Creo hay un enfoque erróneo y problemático en los esfuerzos, ya que se trata de atender a la policía en términos de recursos, capacitación, entrenamiento, tecnología y recursos pero no se atiende a la policía en términos de control, disciplina y mérito, lo que llamamos rendición de cuentas”, apuntó.
De esta manera explicó que el buen policía no tiene reconocimiento y el mal policía no tiene sanción, en general, quienes no aprenden de su propia experiencia.
“Eso le da al traste a la policía, porque uno que actúe mal sigue actuando mal y un policía que actúe bien, no sigue actuando bien porque no se le reconoce”, concluyó.
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