“Más vale morir de pie que vivir arrodillado”, reza la frase simbólica pintada en el papel, pegado a una pared de la sala que da al patio. Adentro hay cinco alumnos del liceo A-131 de Buin que están en huelga de hambre desde los últimos días de julio. Lo hacen como una medida de presión para que el gobierno ceda a las peticiones hechas por los estudiantes secundarios, también movilizados en pro de mejoras a la educación chilena.
Francia Gárate (18), Felipe Sanhueza (18), Kamila Rubilar (17), Matías Ortega (18) y Gloria Negrete (19) han disminuido, a veinte días de transcurrido agosto, la ingesta de líquidos. Mientras, en Valdivia, los dirigentes secundarios debaten como el sábado pasado las acciones a seguir, esto luego que el ministro de Educación, Felipe Bulnes, diera a conocer en días pasados la oferta del gobierno, a quien exigen calidad en la educación e infraestructura de colegios técnicos, pase de transporte escolar (Tarjeta Nacional Estudiantil) gratis durante todo el año y la estatización de la educación, su mayor apuesta, argumentando que al renacionalizar el cobre (del que Chile es uno de los principales productores mundiales), las ganancias por la venta del metal cubrirían el gasto que generarían sus peticiones. “No vamos a estar quedándonos con migajas», dice Ivania, y señala lo que pasó luego de las manifestaciones de los estudiantes secundarios en 2006, cuando no se cumplieron las demandas pese a las negociaciones .
Esta vez, se juegan el físico -riñón e intestino- junto con lo sus compañeros de la Universidad de la Frontera (UFRO), donde nueve estudiantes de Medicina y Humanidades también hacen huelga de hambre. Al 20 de agosto de 2011 suman ya tres semanas sin ingerir alimentos como una medida para exigir al gobierno que atienda a las demandas del estudiantado en todo el país. En tanto, cuatro compañeros suyos del Liceo Politécnico de Castro –al sur de Chile- se mantienen en huelga de hambre líquida desde el 26 de julio ante las críticas y denuncias del intendente de la Región de los Lagos, Juan Sebastián Montes, que se ha referido a las acciones como un “suicidio asistido” . La medida podría obedecer a lo que las dirigencias estudiantiles anunciaron como la “radicalización del movimiento” ante la nula respuesta que, consideran, les ha ofrecido el gobierno.
Sin embargo, la medida podría verse saboteada por el plan que ha puesto en marcha la administración de Sebastián Piñera ante los paros y tomas de planteles educativos en el país. “Salvemos al año escolar” es el nombre de la campaña con que las autoridades buscan salvar el año escolar impartiendo clases en establecimientos que operan con regularidad, donde se acogería a aquellos alumnos cuyos colegios y escuelas están movilizados, así como en bibliotecas y otros centros de estudio. Además, el plan ofrece la opción de rendir exámenes finales mediante la guía de una página en internet con las pautas para estudio y evaluación. Hasta la fecha se han sumado 40 mil alumnos, según el balance del gobierno chileno.
Ante esta medida, integrantes de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios –que celebraba un cónclave en Valdivia este 20 de agosto con sus cerca de 30 dirigentes del país- llamaron al profesorado a que eviten sumarse al programa “Salvemos el año escolar” para que así sus acciones no sirvan de nada y logren aceptarse sus demandas por parte de la autoridad.
Por su parte, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) emitió un comunicado desde la ciudad de Copiapó, sede Universidad de Atacama, en el que tachan de “inconsistente” la propuesta que el Ministerio de Educación realizó en días pasados, debido a que consideran que no ofrece nada nuevo salvo ser una copia de anteriores comunicados. También subrayan la “indolencia” del Estado hacia sus compañeros en huelga de hambre e informan que se sumarán al paro nacional convocado por la CUT para el 24 y 25 de agosto , mientras la víspera, este 23, estudiantes del Instituto Superior de Comercio N° 2 de Santiago radicalizarían sus medidas de presión hacia el gobierno quemándose a lo bonzo si el gobierno sigue sin dar respuesta a su petitorio .