Ginebra.- El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que el coronavirus COVID-19 tiene potencial pandémico, por lo que pidió a todas las naciones centrarse en la contención del virus.
“Debemos centrarnos en la contención, mientras hacemos todo lo posible para prepararnos para una posible pandemia. No existe un enfoque único para todos. Cada país debe hacer su propia evaluación de riesgos para su propio contexto”.
Hasta las 6:00 horas de hoy (tiempo de Ginebra), en China se habían reportado 77 mil 362 casos de COVID-19, incluidas dos mil 618 muertes. Esto ha significado una disminución en la tendencia de contagio en China, destacó la OMS.
Fuera de china existen, hasta esa hora, dos mil 74 casos en 28 países y 23 muertes.
Tedros Adhanom expresó su preocupación por los repentinos aumentos de casos en Italia, la República Islámica de Irán y en Corea del Sur.
Sin embargo aclaró que aún no han decidido usar la palabra “pandemia” pues no se está presenciando la propagación mundial incontenible del COVID-19, y aún no se convierte en una enfermedad grave o muerte a gran escala.
“El aumento repentino en nuevos casos es ciertamente muy preocupante. He hablado constantemente sobre la necesidad de hechos, no de miedo. Usar la palabra pandemia ahora no se ajusta a los hechos, pero ciertamente puede causar miedo”.
Avances en las investigaciones
La misión conjunta de la OMS y China descubrió que la epidemia alcanzó su punto máximo y se estabilizó entre el 23 de enero y el 2 de febrero y ha disminuido desde entonces. A su vez se descubrió que la tasa de mortalidad es de 2 a 4 por ciento en Wuhan y de 0.7 por ciento fuera de esta ciudad.
El equipo también descubrió que las personas con enfermedad leve, se recuperan aproximadamente en dos semanas, mientras que las personas con enfermedad grave o crítica se recuperan en tres a seis semanas.
Prioridades
El titular de la OMS aclaró que continúan haciendo la evaluación de riesgos y monitorea la evolución de la epidemia durante todo el día, pero pidió a los países hacer su propia evaluación de riesgos según sus contextos.
En todo caso destacó tres prioridades:
- Todos los países deben priorizar la protección de los trabajadores de la salud.
- Se deben involucrar a las comunidades para proteger a las personas con mayor riesgo de enfermedades graves, en particular los ancianos y las personas con afecciones de salud subyacentes.
- Se deben proteger a los países que son los más vulnerables, haciendo todo lo posible para contener las epidemias en los países con capacidad para hacerlo.
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