Ciudad de México.- Desde ayer martes 21 de abril, el Gobierno Federal anunció el inicio de la Fase Tres de contagios por COVID-19 en el país, lo que implica que se han identificado varios brotes: Zona Metropolitana del Valle de México, norte y sur del país, principalmente.

La Organización Mundial de la Salud tiene una tabla de niveles de preparación para los periodos inter pandémico, pandémico y post pandémico, sobre la cual se basan las naciones para identificar el nivel en el que se encuentran.

Existen tres niveles, llamados Fase Cero, previos a la declaración de una pandemia, donde se identifica una nueva amenaza, se confirma la infección en humanos y su transmisión entre humanos.

En la Fase cero, nivel uno, es cuando aparece una nueva cepa de influenza, se establece la vigilancia específica, pero aún no existe evidencia de propagación o brotes asociados.

El nivel dos, de la misma fase cero, existe cuando se confirman dos o más infecciones humanas del nuevo virus, pero aún se discute si los contagios tienen la capacidad de conducir a una epidemia. Se aumentará la vigilancia en los países donde se dio el brote.

En esta etapa es donde se pide a los científicos incrementar la comprensión de la transmisión e impacto del virus, se promueve el inicio del desarrollo de vacunas y ensayos clínicos.

Cuando se confirma la transmisión entre personas -el nivel tres de preparación de la fase uno-, así como casos secundarios resultados del contacto inicial y cuyo brote sea de por lo menos dos semanas, las naciones tomarán nuevas medidas, pero aun sin declarar la pandemia.

La OMS proveerá de guías generales a las naciones para asistirlos a determinar el curso de acción y mantenerse preparados, además de mantener la convocatoria para desarrollar medicamentos y vacunas.

FASE 1

Una pandemia es declarada cuando se haya confirmado que el virus, con nuevo subtipo, está causando varios brotes en un país y se ha propagado a otros países y se observan patrones de morbilidad y mortalidad serios en, al menos, un segmento de la población.

En el caso del virus SARS-CoV-2, el brote inició en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei en China, donde se observaron los primeros casos en diciembre de 2019 y se asignaron a una nueva sepa en enero de 2020.

En este punto la OMS anuncia el inicio de la pandemia, aconseja sobre el mejor tratamiento médico disponible para tratar el virus, insta a los países a tomar medidas, aumenta el monitoreo, solicita recursos y trabaja para enfrentar desafíos regionales.

En México se confirmó el primer caso importado de COVID-19 en la Ciudad de México el 28 de febrero, dando paso al refuerzo de la observación en todas las entidades y el inicio de las medidas preventivas.

FASE 2

La OMS declara la fase dos cuando existen epidemias regionales y multi-regionales, mantiene el monitoreo y reporte de la propagación, actualiza los tratamientos, solicita mayores recursos y trabajan en actividades comunes en las naciones para mitigar contagios.

En México esta fase inició el 24 de marzo, cuando inició la Jornada Nacional de Sana Distancia que pretendía terminar a mediados de abril, pero fue extendida hasta el 30 de mayo.

Desde entonces se han ido aplicando nuevas medidas para proteger a la sociedad y alargar la curva de contagios para no saturar los sistemas de salud: se suspendieron clases, actividades no esenciales, algunas entidades pusieron filtros en sus fronteras, se redujo la movilidad de la población y algunas ciudades aplican multas a personas que estén fuera de sus domicilios sin un motivo de peso.

FASE 3

“Fin de la primera ola pandémica”, la OMS determina que esta fase está marcada por el incremento de brotes en varios países, mientras que ha parado o disminuido en las regiones donde inició.

El foco de la infección por COVID-19 comenzó en China y se mantuvo regionalizada allí por varias semanas, después el foco se trasladó a Europa donde han comenzado a disminuir los nuevos casos, dando paso al brote en América, comenzando por Estados Unidos que es el foco de la pandemia desde los últimos días de marzo.

En México apenas ayer martes se declaró la fase tres, donde los casos se cuentan en millares al sumar 9 mil 501 confirmados y 857 defunciones.

La declaratoria implicó la extensión de la Jornada Nacional de Sana Distancia hasta el 30 de mayo, el levantamiento de estas medidas el 17 de mayo en municipios de baja transmisión y la permanencia de las mismas en la población de riesgo hasta nuevo aviso.

Sin embargo, aunque los casos apenas comienzan a escalar de manera significativa para llegar a su punto máximo, el subsecretario de prevención y promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, había advertido con anterioridad que después de la fase tres se esperan nuevas oleadas del virus.

Se espera que para las siguiente etapas de la pandemia, ya se cuente con una vacuna o tratamiento médico específico para mitigar los daños en la población.

FASE 4

Es la segunda ola de casos (o posteriores olas) donde se esperan nuevos casos severos dentro de tres a nueve meses después de la epidemia inicial. Si en México comenzó la epidemia en marzo de 2020, se podría esperar una nueva ola entre junio y diciembre del mismo año.

“Basado en las experiencias pasadas, al menos una segunda ola severa de brotes causados por el nuevo virus sería esperable que ocurra dentro de los 3 – 9 meses de la epidemia inicial en muchos países.”

La OMS anunciará las tareas a seguir de cada nación, continuará con el monitoreo, estimará la necesidad de vacunas y la disponibilidad de medicamentos y solicitará recursos nuevamente.

FASE 5 (final)

La OMS informará cuando el periodo de pandemia finalice, lo que probablemente sea después de dos o tres años, esto significa que podríamos esperar el fin de la pandemia por el virus SARS-CoV-2 a principios de 2022 o 2023.

La Organización evaluará el impacto global de la pandemia, evaluará lo ocurrido en la epidemia para tomarlo en cuenta para futuras pandemias y actualizará su Plan de Pandemia de Influenza.

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