Por: Héctor Romero Fierro
La crisis sanitaria nos lleva indudablemente a una crisis económica sin precedentes, por lo que diversas instituciones educativas y financieras han emitido una serie de recomendaciones para que las familias y los negocios enfrenten de la mejor manera esta situación, iniciando por una revisión detallada de los gastos, eliminando aquellos superfluos o innecesarios.
En el caso del personal debemos prescindir de realizar nuevas contrataciones y de la mano del sindicato, si este existe, realizar negociaciones con el personal para que aquellos que puedan trabajar desde su casa (home office) así lo hagan y los que tengan que estar en la empresa, trabajen en forma escalonada, ya que difícilmente algunos aceptarán tomar vacaciones, entendemos que muchas empresas con mucho esfuerzo pagaron la última quincena de abril y les será muy difícil cubrir aun las de mayo sin reincorporarse ya a la actividad comercial.
Se deben evitar los despidos, pero tampoco es posible sacrificar el futuro de la empresa por mantener fuentes de trabajo que es imposible cubrir, en estos casos mejor llegar a convenios con los trabajadores, con la promesa de su reincorporación futura, en el caso de empresas familiares, los integrantes de la familia deben poner el ejemplo y reducir sus sueldos en lo posible.
Recordemos que en los negocios el “rey es el efectivo” (cash is king) por lo que debemos centralizar la operación en mejorar la generación de efectivo, revisa muy bien qué tienes de mercancías obsoletas y de bajo movimiento y liquídalas, recuerda que el ciclo del negocio es: efectivo-mercancía-ventas – cuentas por cobrar – efectivo, entre más vueltas le des a este ciclo más pronto se recuperara tu negocio.
Con los proveedores y acreedores hay que negociar en condiciones favorables buscando un sano equilibrio para ambas partes, si no lo logras recuerda que la legislación mexicana prevé que ante un problema de iliquidez de la empresa, existe la figura del Concurso Mercantil.
Esta herramienta jurídica aplicada en el momento adecuado permite a los comerciantes con problemas de liquidez entrar en un conveniente proceso de negociación y reestructura con sus acreedores, lo que permite conservar la empresa y sus fuentes de empleo.
Recordemos, la quiebra de una empresa afecta directamente a sus accionistas, empleados, directivos, fiscos, clientes, proveedores, acreedores e indirectamente a muchos más, al estar íntimamente relacionados. Es una regla, una quiebra generalmente provoca muchas más. Evitémoslas.
La crisis económica actual, paulatinamente comienza a causar estragos en las finanzas de aquellas empresas que tienen ya dos meses sin operar, y se maximiza cuando a través del uso del crédito extranjero se han hecho de recursos, materias primas o maquinaria, pues las divisas en que éste se contrajo, ahora se apartan más y más de nuestro peso por el tipo de cambio.
Esto traerá como efecto concatenado un nuevo auge de los concursos mercantiles en todo el país. Esta semana una legisladora incluso, presentó una importante iniciativa para hacer más ágil el procedimiento concursal en esta etapa de crisis. Si tu empresa está a punto de entrar en crisis, adelántate a ella.