Temporada de danza tendrá que posponer su temblor

Colima.- Debido a su extensión territorial, a una eficaz oferta de cultura y a una población concentrada, Colima es un estado que goza de buena salud en diversas disciplinas artísticas. La danza es uno de esos estratos, donde los colimenses tienen la oportunidad de interactuar con auténticos artistas del escenario.

 

 

No solamente la Universidad de Colima es el hervidero dancístico, y también hay que enfatizar el hecho de que no solamente se produce danza folclórica; Colima está dejando ver que sus artistas están muy interesados en innovar este género.

La danza contemporánea se ha convertido en un esfuerzo constante, donde uno de los protagonista de esta dinámica social recae en la figura de la Compañía de Danza y Arte Escénico de Colima, liderada por Georgina Navarro. Asimismo, existen cerca de diez compañías de danza contemporánea alrededor del estado, de más reciente aparición. La Compañía de Danza y Arte Escénico de Colima tiene doce años operando.

Nace en 1998 de un brazo importante dentro de la Escuela de Danza de la Universidad de Colima: Lucía Arciniega Hernández, profesora del Instituto Universitario de Bellas Artes, quien fue la iniciadora de esta labor particular.

Desde sus inicios, la DanAE se ha distinguido por innovar  en las técnicas empleadas para la danza contemporánea. De la mano de Arciniega, la compañía conservó ese rigor formal de los grandes maestros contemporáneos; sin embargo, conforme pasó el tiempo y gracias a la retroalimentación de diversos artistas escénicos, la DanAE ha estimulado su desarrollo creativo, incluyendo en sus montajes elementos de teatro, literatura, video y artes visuales.

La categorización y la crítica vertidos a la compañía han sido casi siempre positivos, dejando a un lado aquellos comentarios que apuntan más a una incertidumbre, ya que nuestra sociedad muchas veces no evidencia respuestas favorables a la experimentación creativa; privilegiando solamente coreografías y montajes que representan el folclor mexicano y colimense.

Tras doce años de intenso e imparable trabajo, la DanAE se puede considerar como un auténtico productor de danza y propuestas escénicas en la dinámica estatal, nacional; incluyendo el extranjero.

No existe otra compañía de danza contemporánea en Colima que iguale los alcances de esta agrupación, tomando en cuenta sus 2 co-producciones internacionales, su participación en festivales y teatros en ciudades como París, Montreal, Quebec y la Habana, y la realización de un Festival. Todo ello gestionado de manera independiente.

Una de las mejores ofertas de mayor alcance y difusión en la danza contemporánea, ha sido la organización del Festival Sísmica Nueva Danza, que ha celebrado ya dos ediciones, en 2009 y 2010. Las características de este festival son muy peculiares, ya que solamente reúne  propuestas de danza contemporánea o montajes escénicos experimentales, dando prioridad a los jóvenes creadores a nivel nacional y a las compañías locales.

A pesar de las dificultades que implica llevar a cabo un evento independiente de esta naturaleza, la visión y la esencia de Sísmica Nueva Danza hacen que tenga una personalidad propia en relación a otros festivales de danza contemporánea en todo el país, ya que uno de sus objetivos primordiales es la formación de público para este género, llevando la danza a espacios y en formatos muy cercanos al público, y acercando a éste con los artistas, por medio de charlas, conferencias, talleres de sensibilización y proyecciones de videodanza, con el fin de dar a conocer la riqueza que este tipo de trabajo ofrece al público colimense de manera cada vez más creciente y consistente.

El proceso para llevar a cabo un festival de esta naturaleza exige, por fuerza, el apoyo de las instituciones encargadas de brindar medios económicos y de infraestructura a las propuestas artísticas.

Hay que tomar en cuenta que se deben de conseguir numerosos patrocinios y dinero suficiente: es necesario pagar el hospedaje y la alimentación de los artistas involucrados, ya no se diga la remuneración por sus servicios profesionales; además, se vuelve imprescindible asegurar con gran ahínco las sedes, los teatros y los espacios donde se llevarán a cabo las presentaciones, así como asegurar la correcta difusión del festival y la propaganda de estos eventos; por lo tanto, para llevar a cabo sus ediciones anteriores, la DanAE ha recurrido a todas las instancias brindadoras de cultura en nuestro estado: Institutos municipales de Cultura, la Universidad de Colima, empresas de la iniciativa privada, e incluso organismos internacionales como la OQAJ para traer talleristas de países vecinos como Canadá. Con dichas instituciones, ha conseguido invaluables apoyos para llevar a cabo la realización del festival.

Sin embargo, para su tercera edición, el festival sigue sufriendo por la incertidumbre que caracteriza a los apoyos institucionales. Las organizadoras han recurrido a  los organismos brindadores de cultura, vivenciando, sin embargo, la realidad que cada sexenio recrudece: la reducción de los presupuestos para la Cultura. Pero más cruda que la realidad monetaria, está detrás una realidad  social: ¿Existe verdaderamente un interés en apoyar la Danza contemporánea en Colima, a sus valientes creadores? ¿Llegarán algún día nuestros dirigentes de todos niveles, a descubrir el enorme potencial que las artes tienen para incidir en el desarrollo de una sociedad, más allá del entretenimiento pasajero? Este año, la realización de Sísmica Nueva Danza pende de un delgado hilo que se podría reforzar con el apoyo de los fondos de cultura y la sociedad. Aun así, y lo sabemos, vivimos en una dinámica que está más interesada en gastar los recursos trayendo artistas de otras latitudes, o simplemente viendo en la cultura un foco de infección que se tiene que erradicar.

La DanAE, con el fin de reunir los recursos monetarios necesarios para echar a andar su proyecto, se dio a la ardua tarea de organizar una subasta de arte. Convocaron, sobre todo, artistas locales, quienes respondieron con entusiasmo y solidaridad; de igual modo contaron con el invaluable apoyo de la Coordinación de Servicios educativos de la Dirección General de museos de la U de C. Los artistas involucrados garantizaron la ganancia del setenta por ciento de sus obras, brindando el treinta restante en apoyo del naciente festival. La subasta se llevó a cabo en el museo Fernando del Paso, en la ciudad de Colima, contando con la participación de 32 artistas y más de cincuenta obras, entre grabados, fotografía, escultura y pintura de diversas técnicas. Sin embargo, a pesar de todo este esfuerzo y participación coordinados, las ventas no lograron los alcances esperados.

En estas instancias, yo me planteo varias incógnitas: ¿Qué hace falta para que las instituciones entiendan que están obligadas, (su razón de ser), a apoyar este tipo de iniciativas que tanto bien le hacen al estado? ¿Por qué vivimos en un estrato social mezquino que solamente se interesa por llenar estadísticas y por quedarse con los recursos de manera inexplicable? ¿Qué pasa con la sociedad, quien muchas veces es la que conspira en este vórtice de ignorancia y manipulación?

La DanAE contempla, para la tercera edición del Festival, albergar a varias compañías locales y nacionales. Además, como ya se dijo, el formato de Sísmica Nueva Danza va más allá de presentaciones de espectáculos de danza escénica; se contempla la impartición de talleres profesionales y de sensibilización, así como diversas charlas donde se aborda el ejercicio artístico desde varias ópticas, enriqueciendo de una manera importante el crisol de posibilidades escénicas en el estado. Con estas prácticas, no solamente la danza se ve positivamente favorecida, también la multi-disciplina artística y el gremio local dedicado al arte es objeto de un acontecimiento con pocos precedentes en nuestra pequeña entidad.

Este año las cosas pintan complicadas para la realización del Festival Sísmica Nueva Danza, ya que gracias a las a las complicaciones burocráticas y las mentadas reducciones al presupuesto cultural a favor de políticas ineficaces de guerra y sangre,  la realización de su tercera edición, en el mejor de los casos, tendrá que ser reportada hasta los meses de enero-febrero del 2012.

Hay que resaltar el hecho de que la Compañía de Danza y Arte Escénico de Colima no cuenta con el apoyo directo de las principales instituciones que albergan el devenir cultural del Estado. Su camino se ha labrado a base de gestionar de manera particular todos los recursos que se necesitan para asegurar la calidad de sus presentaciones y sus proyectos. Sísmica Nueva Danza representa todo un sistema artístico-escénico, donde la multiplicidad de lenguajes estéticos encuentra experiencias importantes. Es una verdadera lástima que la sociedad civil y las autoridades no fijen más expectativas en este tipo de proyectos cargados de calidad, propositivos y de un valor incalculable para nuestra comunidad.

Existen diversos espacios en prensa, un blog en internet, todo un cúmulo de herramientas tecnológicas donde los espectadores de arte y el público en general puede darse cuenta de lo que propone Sísmica Nueva Danza y la DanAE. No permitamos que la cultura siga siendo un producto exclusivo de unos cuantos, o lo que es peor, negando y ocultando los recursos que el pueblo debería consumir sin regateos de ningún tipo. Esta compañía local ha trabajado muchos años en el panorama artístico local, no solamente innovando en las herramientas estéticas que la danza y el teatro están produciendo, sino concientizando y haciendo partícipe a la sociedad de este fenómeno del que todos tenemos derecho: el arte.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí