Ciudad de México.- Investigadores de la Facultad de Química (FQ) de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), trabajan para darle uso a los desechos que deja en México la producción anual de cerca de 350 millones de litros de tequila.
Dicho proceso utiliza más de un millón de toneladas de agave y en el mismo periodo genera aproximadamente 400 mil toneladas de bagazo y 300 mil toneladas de hojas de la planta.
Los científicos de la UNAM señalaron que se podría fabricar, a partir de los residuos de la industria tequilera, fibra dietética, prebióticos, jarabe de alta fructosa y biocombustibles.
Carmina Montiel Pacheco, del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la FQ, busca enzimas denominadas inulinasas, presentes en microorganismos aislados del bagazo. Tras estudiarlas, pretende obtener fructosa y moléculas conocidas como fructooligosacáridos (FOS).
Además, las hojas contienen alrededor del 20 por ciento (peso seco) de agavina o inulina de agave, un polímero de fructosa ramificado que puede ser utilizado como fibra dietética, explicó la universitaria.
Hasta el momento, los científicos de la UNAM han aislado levaduras, bacterias y hongos provenientes del bagazo de agave y del agave propio.
“Estos microorganismos pueden degradar y aprovechar la inulina; contienen enzimas capaces de hidrolizarla (romper), y eso se podría usar para producir prebióticos y favorecer una microbiota sana en los humanos”.
Asimismo, servirían para generar fructosa, que puede ser utilizada para producir jarabe de alta fructosa (endulzantes), biocombustibles y polímeros biodegradables.
En los procesos industriales actuales, la fructosa, que se utiliza en la industria alimenticia (en la elaboración de mieles y refrescos), se obtiene del almidón y una alternativa podría ser mediante el uso de la agavina.
Con información de la UNAM