La agricultura es una práctica milenaria, existen datos que hacen referencia a esta actividad desde el período Neolítico, esta es la última etapa de la Edad de Piedra que comprende desde el año 6000 a.C. hasta el 3000 a.C. Inició gracias a la recolección de frutos y debido a que la caza comenzó a volverse insuficiente para alimentar a todos.
Las primeras plantas cultivadas de las que se tiene registro son el trigo y la cebada, cada lugar del mundo desarrolló sus propios cultivos, pero la mayoría tienen una similitud: la ubicación de los sembradíos.
En el antiguo Egipto, por ejemplo, las zonas agrícolas se encontraban a orillas del Río Nilo debido al poco desarrollo de las técnicas de riego, así, era más sencillo suministrar de agua a la siembra sin tener que esperar a que lloviera.
Afortunadamente la tecnología ha avanzado y ahora es mucho más sencillo mantener en buen estado las siembras de alimentos, un ejemplo de esto es mediante el uso del sistema de riego agrícola tipo huerto familiar de Rotoplas.
Perfecto para autoconsumo y pequeñas producciones
El sistema para riego agrícola tipo huerto familiar que pertenece a la línea de productos de tratamiento de agua de Rotoplas, está diseñado para favorecer el desarrollo de pequeñas unidades de producción agrícola destinadas principalmente al autoconsumo, aunque también puede utilizarse para la producción en pequeña escala.
Este sistema permite el riego por goteo cercano a la raíz de cada planta, así se aprovecha al máximo el agua que en ocasiones puede ser escasa. A esta técnica se le llama microirrigación y posibilita la producción continua de cultivo sin necesidad de energía eléctrica, haciéndolo ideal para zonas sin servicio continuo de electricidad.
Regar las plantas directamente en la raíz tiene la ventaja de que se gasta mucho menos agua, es una solución más inteligente que arrojar grandes cantidades de agua a todo el terreno, además, el proceso se realiza de forma automática en un ciclo constante y generando así raíces más fuertes y mejor ancladas a la tierra.
Mejor calidad de los cultivos
Con el uso de un sistema de riego basado en microirrigación se pueden aplicar más sencillamente los fertilizantes y nutrientes de manera homogénea, es decir, diluidos en el agua que llega a la raíz de la planta.
Este sistema funciona mediante una manguera o línea de riego que incluye en su pared interna un dosificador con filtro plano de entrada, estos pequeños goteros componen un laberinto de flujo turbulento que elimina la posibilidad de que se presenten sedimentos gracias a sus 8 entradas de paso.
Esta salida protegida abre y cierra durante el ciclo de riego regular, previniendo que entren partículas de tierra, maleza u otros residuos.
Este sistema es especialmente efectivo en lugares que no cuentan con un buen suministro de agua, haciendo que este valioso recurso no se desperdicie. Un sistema de riego como este imprime de mayor practicidad y productividad a tu pequeño cultivo generando un manejo realmente eficiente del agua.
El sistema de riego agrícola cuenta con 3 modelos diferentes que pueden ser conectados a tinacos con capacidad de 450, 750 y 1100 litros, cubriendo desde 20 m², 40 m² hasta 60 m².