Por Edgar Cazares

*Si la clase política aspirante a continuar gozando los favores y privilegios del presupuesto actuaran todo su periodo como lo hacen en el preámbulo de las elecciones otro gallo le cantara a la población.

Porque hay que reconocerlo la mayoría de esas personalidades actúan por estas fechas muy obsequiosos, de sobra amables, visitando un día sí y otro también a la población que habrá de ejercer su voto en las urnas y repartiendo promesas a diestra y siniestra –total, decía mi abuela Doña Félix, prometer no cuesta nada-.

Algunos incluso, aunque está prohibido por la ley, se las ingenian hasta para hacer obras comunitarias.

Así pues en estas fechas donde los partidos políticos tienen que definir a sus perfiles que competirán en los comicios, donde los independientes tienen que juntar firmas para aspirar a participar en los comicios y donde los órganos electorales avalan o dan reversa a los proyectos políticos lo que sobran son caras sonrientes y fotografías por todas partes y a todo color de quienes van detrás de un puesto de elección popular.

Aprovechemos porque en este ciclo, que abarca unas cuantas semanas por cierto, son habituales las jornadas asistenciales, las reuniones vecinales donde políticos diversos buscan los primeros acercamientos con quienes definirán a los que nos gobernarán por los próximos 6 años.

Y eso sí fiestas y recibimientos al pormayor a cuenta de los suspirantes de marras. Paradójicamente la gran mayoría de estos cambian como por arte de magia una vez conseguido el objetivo en las urnas o bien una vez que son sabedores de que su instituto políticos les cerró las puertas a tal posibilidad.

Es un cambio, por increíble que parezca, de la noche a la mañana. Por ello un buen consejo, al estilo de Vicente Fox: acepte todo lo que le ofrezcan –lo lícito, por supuesto- y goce de este periodo en que la inmensa mayoría de nuestro muy cerrado círculo político muestran su lado dadivoso.

No sabemos si los volveremos a ver en nuestro barrio o comunidad y no sabemos si su humor cambie una vez que consigan el objetivo, donde nos dejan como novias de rancho. Son unas cuantas semanas de bonanza seguidos por poco más de 2 años de olvidos, omisiones y a veces hasta agravios.

*Allá por los rumbos del distrito XIV –jurisdicción que abarca parte de la zona alta del puerto y el municipio de Minatitlán- andan buscando al diputado titular Rogelio Salinas a quien acusan no solo de olvido y omisiones sino ahora de andar caravaneando con sombrero ajeno.

Y es que el legislador en mención quien ha desarrollado una gestión sin pena ni gloria –al igual que la mayoría de quienes le precedieron en el cargo- presume e incluso ha inaugurado obras que gestiona y ejecutan otras instancias gubernamentales como el Estado o municipio.

El diputado porteño lo niega pero hay constancia de que así ha procedido. Porque seguramente ha de pensar, por aquello de que las mañas y los malos hábitos se contagian también, que en la guerra y en el amor todo se vale.

Y al igual que sus homólogos manzanillense Rogelio Salinas ha dado muestras de ambicionar la candidatura a la alcaldía porteña. Para muestra otro botón: el tribuno colimense es presidente de la comisión de turismo en el Congreso del Estado y francamente no se le recuerda alguna gestión propia salvo pegársele a las autoridades turísticas o deportivas del estado en algún anuncio de evento de relevancia para sumarlo a su supuesta labor legislativa.

APUNTES DESDE LA COSTA

*En lo dicho solo el pueblo puede salvar al pueblo. Largos 2 meses y medio han transcurrido desde la tormenta tropical Hernán y el problema de derrames de aguas negras en Santiago nada más no ha encontrado solución ni autoridad alguna con voluntad por resolverlo.

Ciertamente está en manos del municipio atender este caso pero ante la incapacidad u omisión de esta por hacerla algunas otras, de buena fe, pudieran entrarle al quite. Pero no.

Ante el panorama adverso han tenido que ser los propios vecinos, empresarios santiaguenses así como activistas porteños y de fuera quienes le pongan el pecho a las balas para intentar conjurar el problema.

Así el próximo fin de semana diferentes organizaciones y colonos emprenderán una jornada intensiva de limpieza en ese cauce.

Sé de antemano que no pero aún así me atrevo a preguntar ¿no le dará vergüenza al municipio que otros tengan que resolver lo que a ellos les compete y para lo que juraron trabajar al asumir el puesto?. Gracias por el favor de su atención.

Sus comentarios a edgar.cazares.afmedios@gmail.com