Por lo menos 74 personas han muerto en Centroamérica debido a las torrenciales lluvias que azotan la región y las autoridades entraron en estado de máxima alerta y comenzaron a realizar masivas evacuaciones preventivas.
Las autoridades de Honduras, Guatemala y El Salvador coincidieron en que la situación puede empeorar en las próximas horas por la alta concentración de agua en la tierra, lo que se agrava con la presencia de vientos por encima de los 35 kilómetros por hora.
El presidente salvadoreño Mauricio Funes confirmó el domingo en cadena nacional de radio y televisión que en seis días de lluvias «la situación ha desmejorado aún más, pues continuó lloviendo con mucha intensidad en varios puntos del país».
El mandatario señaló que en las últimas horas se han registrado más personas muertas y se elevó el número de víctimas fatales a 32, «el número de evacuados ha subido ya en más de 20 mil personas, y para alojarlos se han dispuesto nuevos albergues y refugios cuyo número asciende a 261».
Agregó que «lamentablemente las lluvias han continuado todo el día (domingo) y así seguirán, según los pronósticos, en las próximas horas en las que se espera el fin de este fenómeno».
Por su parte el director de Protección Civil, Jorge Meléndez, informó en conferencia de prensa que mantiene el estado de alerta máxima a nivel nacional ante la posibilidad de «mayores desastres» y que han realizado evacuaciones obligatorias en populosos barrios de la capital, sobre todo en las faldas del volcán de San Salvador y en la vecina Santa Tecla.
Meléndez dijo que las lluvias se mantendrán con la misma fuerza en las próximas 24 horas, con probabilidades de que continúen el martes y el miércoles, y señaló que en las últimas 12 horas han registrado lluvias de hasta 200 milímetros.
Señaló que la lluvias provocaron el corte de la carretera internacional hacia el occidente del país y la destrucción de al menos tres puentes, y que el nivel del agua en algunas tramos de las carreteras en el occidente del país subió hasta 50 centímetros.
En el oriente del país el desbordamiento de río Grande, en el departamento de San Miguel, destruyó extensas zonas agrícolas y cortó la carretera Litoral que une las cuatro provincias de la zona con el resto del país, mientras que el rompimiento de las bordas en la zona conocida como el bajo Lempa, anegó la zona, elevando la tragedia.
«Aquí la destrucción puede ser el doble o el triple de la que tuvimos el año anterior», ya que en las próximas horas las centrales hidroeléctricas harán nuevas descargas de agua que van a llegar a esta zona, sentenció Meléndez.
En Guatemala, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres informó un registro de 28 muertos, dos desaparecidos, tres heridos y más de 118 mil personas afectadas por este fenómeno climático. Agregó que se esperan lluvias por 48 horas más.
El presidente Guatemalteco Álvaro Colom declaró el domingo el estado de calamidad, que deberá ser decretado el lunes por el Congreso. Afirmó que con esa decisión espera generar instrumentos que faciliten la ejecución de proyectos de emergencia, asistencia y ubicación de las personas en riesgo a lugares más seguros.
La Comisión Permanente de Contingencias de Honduras informó que las lluvias registradas en los últimos tres días han dejado al menos nueve muertos, ocho puentes y 29 carreteras secundarias dañadas. Por lo menos 2 mil 500 viviendas han sido afectadas.
«Y lo peor está por venir», dijo el domingo en rueda de prensa el subjefe de la Copeco, Rodolfo Fúnez. Informó que hay 13.438 personas afectadas, 1.024 evacuados y 826 que reciben atención en albergues.
En Nicaragua, donde el domingo se registró una disminución de las lluvias, se reportaron cinco muertos por causa de las precipitaciones.
Según el reporte de la Defensa Civil y el Sistema Nacional de Atención, Mitigación de Desastres han registrado nuevas afectaciones en los 12 departamentos que fueron declarados en alerta el viernes por el presidente Daniel Ortega.
Con información de AP
